[Pasado] Visita diplomática del Imperio de Taogami [Libre]

por **Taneki Akodo** Lun Nov 04, 2019 1:39 pm

Spoiler:

Habían pasado varios meses desde lo acontecido en el Coliseo de Faust, un sospechoso había sido detenido en el acto y aquello había precipitado una serie de acontecimientos que, hasta la fecha, apenas habían tenido repercusión en el Reino de Kardas pero que, en Taogami, habían revuelto de arriba a abajo todo el país.

El sospechoso había sido declarado inocente y se había demostrado que, para las autoridades de Taogami,se trataba de un agente privado que había realizado sus propias pesquisas para salvaguardar el bienestar del Imperio, dicho de otra forma: era un héroe anónimo.

Gracias a sus declaraciones, el Imperio de Taogami sabía que alguien quería la guerra entre ambos países y, por supuesto, apuntaban hacia Kardas y hacia su monarquía como los principales causantes ¿Querían la guerra? Ese era, en principio, el trabajo de Kawamura Tadasu.

Tadasu era el nuevo embajador en el Reino de Kardas, la suya era una misión meramente temporal pues debía representar los intereses del Imperio antes de reabrir relaciones diplomáticas. Por supuesto, su misión era de alto secreto y sólo él sabía, de la mano de un alto funcionario del emperador, lo que su majestad deseaba. Tampoco iba sólo, pues junto a él asistía toda una corte de cortesanos y de guardias armados que velarían por su seguridad y por los intereses del Imperio.

Kawamura Tadasu:

Taneki Akodo había recibido el gran honor de asistir a esa misión diplomática en calidad de protector del embajador. No era el único, ni tampoco tenía un cargo de especial responsabilidad dentro de ese grupo de guardianes, pero para él era una oportunidad y un gran placer servir de esa forma a los intereses del Imperio. También sabía que detrás de todos los sucesos ocurridos en el pasado había mucho más de lo que, en apariencia, parecía...

En aquel momento, tras un largo viaje, habían llegado hasta Seraphia y esperaban ante la entrada del palacio real a que un miembro de cierta dignidad de la corte del rey de Kardas acudiera a recibirlos ¿Quién defendería los intereses de este antiguo país frente a los recién llegados?

por **Anastasia** Dom Nov 24, 2019 2:49 pm

El plan que los cuatro celestiales habían tejido meses atrás parecía muy claro y sencillo ante una botella de sake y unos cuantos platos de comida tradicional. Sin embargo ahora, frente al Palacio Real del Reino de Kardas, Anastasia temblaba como la hoja de un árbol en la peor de las tormentas. El edificio le parecía mucho más grande incluso de lo que era y ella misma se sentía diminuta e insignificante. Desde su llegada a Kardas, Adyara y ella habían seguido de cerca al gran grupo que acompañaba al nuevo Embajador. Trataban de tener sumo cuidado para que no se las relacionara con ellos y de vez en cuando rastreaban la ciudad por turnos en busca de información, para que en ningún momento el grupo de Taogami quedara sin vigilancia.

El palacio, como la mayoría de los palacios, tenía un gran jardín ante su puerta delantera y una primera entrada que daba acceso al jardín a través de la la enorme valla. El grupo ya había atravesado la primera entrada y recorrido los preciosos jardines, era de esperar que no dejaran al Embajador esperar en la misma calle, por lo que aguardaba con el resto de la corte frente a la entrada principal del edificio. Anastasia no sabía con seguridad qué esperaban pero supuso que en un acto con tanta formalidad debían pasar algún tipo de control o esperaban a algún distinguido personaje que les hiciera de guía o de acompañante por el palacio. Sea como sea, aquello le había dado unos minutos de tiempo para decidir cómo proceder. Su papel en aquella misión no consistía en proteger al Embajador ni saber de sus conversaciones con la realeza de Kardas, de eso se iban a encargar Taneki y Zhu. Anastasia y Adyara tenían que investigar e interceptar cualquier sospechoso que se acercara a ellos desde las sombras y esperaba haberlo hecho bien hasta ahora.

La rubia se había vestido de la forma más sencilla y poco llamativa para la ocasión que se le había ocurrido. Llevaba el pelo recogido en un moño, vestía unos vaqueros, una camiseta azul oscuro y una sudadera negra y ancha con la cremallera abierta. Había seguido al grupo por las calles de Seraphia y se encontraba en el límite que separaba el resto de la ciudad con el palacio, donde cualquier ciudadano que se acercara de más iba a llamar la atención. Se estaba comiendo un helado que había adquirido en un puesto callejero y permanecía admirando el palacio tratando de parecer una simple turista. Por ahora tenía al grupo del Embajador a la vista, pero debía actuar cuando entraran en el edificio. Aquellos minutos se le estaban haciendo tan largos como si fueran horas.

por **Veridan** Dom Nov 24, 2019 6:55 pm

4 días antes de la reunión
Xeonova, distrito residencial.

El General Staham del grupo mercenario "El cónclave" tenía una nueva misión para sus muchachos. Habían sido contratados por el embajador de Taogami. Reunió a todo el escuadrón para dar la noticia y los detalles. Sería breve pero intenso, como siempre era Staham. -Bien muchachos.- Dijo el ángel general del grupo paramilitar. -Repetiremos la formación de la última misión.- Así dio a entender que ya estaban invocados para hacer otro trabajo directamente. Pulsó un botón de la mesa en l que ocultaba la mitad inferior de su cuerpo y un haz holográfico con forma de enorme edificio se esparció por toda la superficie de la mesa. -Este es el palacio de Seraphia. Su manufactura es muy antigua, pero ha tenido varias modificaciones a lo largo de los siglos; no aparentes, ya que guardan un decoro con el patrimonio protegido, pero os puedo asegurar que lo que no se ve, es mucho más tecnológico de lo que se cabe esperar.- Pulsando otro botón envió el archivo del mapa a los visores de los soldados de forma que lo tuvieran siempre accesible junto a todos los datos de la misión. -Kawamura Tadasu.- Dijo mientras el holograma mostraba un busto del embajador actual de Taogami.- Nuevo embajador de Taogami irá a Seraphia con la idea de buscar algún tipo de explicación por el asesinato de la anterior embajadora del imperio. El cliente nos ha proporcionado muy poca inteligencia.- El holograma cambió de nuevo a la estructura del palacio e iba demostrando diversos niveles del mismo como si se tratase de unos rayos X. -Sin embargo, nosotros gracias a la tecnología de Xeonova, sí tenemos inteligencia para operar en el palacio de Seraphia, así que somos los idóneos para evitar que el embajador sufra algún daño, ya que puede que las cosas se caldeen un poco.- Un SI SEÑOR unísono pronunciaron los tres soldados. Julius, Locker y Eliah. El que permaneció callado pero aún firme fue Veridan.

El viaje se llenó de contratiempos, pero finalmente habían llegado a Seaphia. No tendrían nisiquiera tiempo de pasar por el hostal que se le había asignado, así que designaron a uno del escuadrón -Locker- para que portase todo el equipaje mientras los otros tres se presentaban con sus ropas militares -como se puede ver en la foto del avatar- de veridan no es necesaria su descripción, sin embargo Eliah era un ribio de media melena repeinada hacia atrás con rasgos afilados y ojos azules, pese a estos rasgos aparentes, no era para nada atractivo, ya que su piel era muy lechosa, y sus dientes tenían mucha oquedad intersticial entre si. Julius en cambio, si era un hombre fornido, de pelo corto y moreno, con la tez bronceada y mandíbula cuadrada, facciones duras y ojos negros y profundos. Todos se presentaron con los rifles blaster imantados a la espalda y un aparato oval en su oreja derecha en la puerta del palacio. -Soldado Veridan Nº A4005.- Y acto seguido se cuadró de una manera impecable ante el embajador. -Se nos ha encomendado escolatarle y protegerle, señor, será un placer servirle, señor.- Su voz, a pesar de ser la de un soldado, no sonaba alta ni autoritaria, cualquiera hubiese pensado eso al ver al trío de soldados, pero la verdad es que la voz de Veridan era extrañamente reconfortante y plácida. -contamos con equipos de alta tecnología para evitar posibles emboscadas y un estudio a fondo de todos los planos del edificio.-

por **Chunyu Zhu** Dom Nov 24, 2019 9:16 pm

Formaba parte de la escolta del embajador. No en un puesto destacado ni especial, sino más bien dentro de lo que podría considerarse la categoría disuasoria. Más alto y fornido que la media del imperio, con su imponente naginata a su lado apuntando al cielo, debería dar cierta impresión de fortaleza, aunque con su carácter más bien relajado e incluso aniñado emitía un aura poco amenazadora incluso cuando trataba de mostrarse serio y formal, lo que seguramente se debiera a que durante el viaje había confraternizado con algunos compañeros del imperio y aquellos que no eran especialmente rígidos parecían encontrarse cómodos en su compañía. Precisamente gracias a eso había podido conseguir un puesto de casi primera línea tras el embajador, avanzando todo lo posible sin alterar las estructuras de los dirigentes. De hecho, no muy lejos se encontraba Akodo, aunque no tan cerca (todavía, si estaba en su mano) de él como para hablar o, al menos hacerle algún guiño amigable.

No obstante, aquel interés por acercarse a Tane-kun se había visto eclipsado por la llegada de alguien que, a pesar de la distancia, parecía más alto y corpulento que el propio Zhu. Desde la distancia a la que se encontraba, apenas pudo entender el nombre con claridad, ¿Perillán? ¿Beltrán? Pero ¿qué importaba el nombre cuando te presentabas con ese aspecto? Zhu acababa de hacerse fan de aquel hombre. Quería ser su mejor amigo. Quería su ropa. Quería su arma. Quería ser él. O cualquiera de los otros dos, pero ellos no habían hablado ni estaban tan en su línea de visión como Veridan. Lo único que le mantenía en su lugar era la importancia de su misión (y el que Taneki estuviera cerca, ya que, de lo contrario, estaba más que dispuesto a buscar una ramificación de su misión que le permitiera hablar con él, aunque tampoco supiera qué decirle). De hecho, mentalmente, manteniendo un sorprendente autocontrol físico (se podían apreciar el brillo de la emoción en los ojos, un pequeño movimiento nervioso en sus dedos o cierta aura de entusiasmo en general), estaba gritando al universo que, por favor, le dejara conocer a esa escolta tan impresionante. Si es que parecían superhéroes.

por **Adyara** Vie Nov 29, 2019 2:34 pm

Había llegado a Kardas junto a Anastasia para unirse desde las sombras a la comitiva de protección del nuevo embajador del Imperio Taogami para las relaciones diplomáticas que se estaban llevando a cabo entre ambos países tras la muerte de la anterior embajadora. Actualmente estaban separadas, la rubia se encontraba en el suelo, comiendo un helado y en una posición donde cualquiera que intentase acercarse a la comitiva sería fácilmente visualizado por ella de manera que tendría cierto margen para actuar. Adyara por su parte se encontraba en los despejados cielos, con el sol a sus espaldas. Vestía unos vaqueros azulados acompañados de una camiseta gris plana, sacó del bolsillo trasero de su pantalón un pequeño estuche y lo abrió, cogiendo un par de lentillas para ponérselas. No tenía problema alguno de vista, pero los juguetes había que probarlos, así que parpadeó dos veces y su visión cambió, miró de nuevo hacia su objetivo de vigilancia y la imagen se amplificó, parecía que estaba a escasos dos metros de él, aunque en realidad estaba a mas de cincuenta metros por encima de ellos.

Pasó un buen rato hasta que un grupo de tres hombres se acercaron, los enfocó para verlos y en apenas unos segundos reconoció tanto las armas de su espalda como los visores que portaban, era tecnología de Xeonova, no había duda. Apretó su anillo para comunicarse con sus aliados allí. -Zhu, Taneki... ¿Quienes son esos tres que acaban de llegar? Veo tecnología de Xeonova y son juguetitos bastante avanzados. - Dijo y luego cortó la comunicación esperando una respuesta. Sacó de su bolsillo su móvil y comenzó a trastear con él, buscando información de aquella pandilla pero mirando directamente a la comitiva de vez en cuando para prevenir cualquier acción extraña. Tras un par de minutos de búsqueda, no encontró ninguna información pública sobre ellos, tendría que pasar a sitios un poco mas bajos y quizá alejados de la legalidad para encontrar información, aunque estaba casi segura de que encontraría algo, después de todo, la tecnología de esas armas... No había forma de que Rita* no tuviese, al menos, una mínima idea de ella y de quién la usaba o desarrollaba.

Por el momento todo parecía en calma, nadie hacía nada raro en los momentos en que despegaba su vista de su móvil y miraba al grupo, estaba revisando los registros de algunos sitios pero ese grupo parecía mayormente desconocido al menos en una primera instancia. Quizá solo era cuestión de ahondar un poco mas en el asunto, pero todo llevaba tiempo, todo lo contrario que a ella. Si alguno de los tres lograba verla, cosa que dudaba pues estaba bastante alejada, apenas se movía y tenía el cegador astro rey a su espalda, si realmente eran habitantes de Xeonova, acabarían reconociéndola como la "joven genio de Xeonova", hija adoptiva de Anna*. Una chica que rondaba los veinte años y que en sus estudios había destacado en todo tipo de campos. ¿Cómo no hacerlo teniendo los conocimientos de alguien que se ha pasado mas de ochocientos años observando el mundo evolucionar lentamente?

Offrol:

por **Veridan** Lun Dic 02, 2019 7:14 pm

Spoiler:

Tras dirigirse al cliente, el nuevo embajador, aún erguido y con la tez relajada tornó sus ojos hacia los presentes. - Encantado de conoceros.- Miró a aquel muchacho ataviado de rojo con el cabello con el color del pino maduro y el fulgor de sus ojos hacia Veridan lo deslumbró, recibió aquel entusiasmo del muchacho y le devolvió aquello con una sonrisa sincera de ojos entrecerrados.

Tras ello hizo un ademán a sus compañeros deteniendo su mano primero en el rubio de ojos azules y media melena repeinada hacia atrás. -Él es Eliah.- Cambió al otro. -Y él es Julius.- Sendos soldados inclinaron la cabeza en señal de saludo en un intento de forma respetuosa de imitar el saludo tradicional respetuoso de Taogami. Por último Veridan hizo también ese ademán respetuoso fijandose especialmente ahora en Taneki Akodo, el cual parecía uno de los más fuertes de la comitiva acompañante del embajador. -¿Y vosotros, cuáes son vuestros nombres?- Trataba de distender un poco el ambiente sin perder las formalidades mientras que venían a recibirlos a aquella entrada de palacio, recalcando que en ningún momento perdió la formalidad y la solemnidad que sabía que había que tener en su rol tanto de soldado, como de cliente de alguien tan importante de Taogami.

por **Anastasia** Jue Dic 05, 2019 12:05 am

Anastasia había estado tan pendiente de todo lo que ocurría ante la puerta del palacio que el helado acabó por derretirse y caerse al suelo. "Mierda" masculló la muchacha para sí misma y tiró los restos. Estuvo a punto de cambiar de posición cuando se dio cuenta de que en el momento que había perdido el grupo de vista éste parecía mayor. Distinguió a los tres personajes que no estaban antes y los analizó detenidamente. La cosa se estaba poniendo interesante. La celestial caminó tranquilamente hasta uno de los callejones de la ajetreada ciudad y recorrió las estrechas callejuelas hasta colocarse en uno de los laterales del palacio. Se aseguró que nadie la veía y subió con agilidad con ayuda de sus alas a uno de los edificios que lindaba con la valla. Se encontraba justo en el lado contrario que Adyara, de forma que abarcaban mayor extensión.

- ¿Quiénes son los tres mosqueteros? ¿Sabíais que venían? - preguntó a sus tres compañeros utilizando su anillo. No esperaba que Zhu o Taneki contestaran delante de los demás mostrando como estaban en contacto con terceros, pero Ady pareció tener más idea que Anastasia sobre aquellos personajes. - No parecen del Imperio y el rollo que llevan tampoco es de por aquí. ¿Vienen de Xeonova? Puede que solo sacaran el equipamiento de la ciudad - comentó mirando en la dirección en la que suponía que estaba la joven pero sin llegar a distinguir su anaranjada cabellera.

por **Adyara** Vie Dic 13, 2019 5:25 pm

Spoiler:

Adyara seguía volando y trasteando con sus dispositivos hasta que por fin la información decidió aparecer después de cinco largos minutos de búsqueda intensiva entre la información de los servidores de su tía Rita. Allí estaban las caras de los tres allí presentes junto con las de otros mas, comenzó a leer la información que se mostraba en su móvil. Tardó un par de minutos mas en ordenar todo lo que había leído en su cabeza y asimilar toda la información, entonces activó su anillo para hablar con sus compañeros. -Nuestros tres mosqueteros pertenecen a un grupo de mercenarios Xeonoveses llamado "El Cónclave", principalmente ofrecen fuerza militar a cambio de pagos, normalmente en tecnología con usos militares, parece que mi tía ha realizado algunos tratos con ellos, con razón me han resultado curiosos sus juguetes. Sin embargo no se por qué están aquí... No veo como relacionar esto con Xeonova a parte de por mi, y os aseguro que yo no sé qué demonios hacen aquí. - Informó la pelinaranja mientras seguía mirando los datos que salían en su móvil para ver si encontraba alguna otra cosa de interés.

Los minutos pasaron pero no encontró nada digno de mención y todo lo que se pudo escuchar por su parte fue un bufido poco femenino de frustración al olvidarse de que todavía tenía su anillo presionado. -Sea como sea, estad atentos hasta que sepamos mas. - Dijo tratando de disimular y entonces soltó su anillo para cortar su transmisión. Sus alas se batían lentamente en el cielo, lo justo para mantenerla en su posición sin destacar demasiado contra el cielo a sus espaldas mientras ella seguía observando la comitiva del Embajador, con cierta tensión en su cuerpo lista para actuar si algo pasaba.

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