Ekrion Gältos

A menudo suele valerse de su dominio de las artes marciales en el combate, sólo usando sus armas cuando este le deja en un desventaja considerable con respecto a su rival. Valiéndose sobre todo de sus habilidades en Eskrima para bloquear ataques enemigos y desarmarlos con movimientos ágiles y precisos.

Shamshir, o también conocido como sable persa, es una espada de hoja curva de veloz desenvaine y que pese a tener un peso ligero que le ayuda a degollar a sus rivales con suma facilidad, es de un acero fuerte y resistente que tolera los impactos con un aguante mayor del que se esperaría a simple vista.


Dos Katares retráctiles: Son dos brazaletes de gran tamaño que recubren su brazo desde la muñeca hasta el codo, pulsando un interruptor situado en la palma de la mano, emerge de estos una daga de hoja ancha, que continua la línea del antebrazo en lugar de quedar perpendicular a él. El final de la hoja se apoya sobre el dorso de la mano, dando lugar así al alargamiento del brazo con la cuchilla. Normalmente va alternando el uso de la Shamshir y los katares para combinarlos en una danza asesina.


Fuerza: 2
Dureza: 1
Destreza: 3
Potencia Mágica: 0
Resistencia Mágica: 0
Destreza Mágica: 0



Ekrion tiene la apariencia de un apuesto joven de cabellos dorados como el sol, y ojos carmesíes como la sangre. Aunque no aparenta más que unos veintidos años, su edad como inmortal es de 200 años.

Acostumbrado a los hábitos de Anwar Abass, su ciudad de origen, suele vestir con "candys", una especie de túnica de lana hilo o seda, que se adaptaba al cuerpo y tiene mangas amplias, sujeta por un cinturón. Bajo esta viste pantalones bombachos y por último unos zapatos flexibles de cuero.





Ekrion es lo que todos describirían como un sociópata de manual. Pero el rango que más le define es el de ser un superviviente nato, desde el mismo día que nació como una herejía viviente, un Nephilim, se crió en las calles y aprendió a salir ileso de todo tipo de situaciones mediante inteligencia e ingenio. Su ambición y avaricia le ha llevado de ser una sucia rata callejera a codearse con los nobles de Anwar Abass.

Siempre ha sido soberbio y ambicioso, pero también lo suficientemente taimado para no demostrarlo abiertamente, fingiendo ser algo que no es para simpatizar con las personas de poder que estratégicamente le podrían ayudar a llegar a lo más alto. Pues sí, Ekrion nació en la miseria más absoluta, pero piensa doblegar todo lo que abarque su mirada.

Además de ambicioso e inteligente, Ekrion es una persona que en la intimidad deja libres sus más oscuros deseos, disfrutando a menudo de la compañía de bellas musas con las que pone en práctica todos y cada uno de sus fetiches de dominación, pues este Nephilim no busca sólo poner el mundo a sus pies, piensa disfrutar del mundo a su antojo, y exprimir todo lo que este pueda darle sin ningún tipo de filtro o tabú.



La ambición más pura y desmedida es lo que a Ekrion Gältos lo mueve. Poder, fama, dinero, mujeres, países... Como sociópata es experto en mostrar sentimientos que realmente no existen en su interior, pero lo que más le define es la avaricia sin control ni mesura, está dispuesto a demostrar al mundo que nació siendo un error, pero un error que el mundo lamentará no haber eliminado.



Ekrion Gältos nació como todo Nephilim nace, un humano se enamoró de un Ángel femenina, Illyana Gältos, pero fue descubierta por sus iguales, los cuales le dieron muerte.

La historia clásica del nacimiento de un Nephilim, salvo porque cuando los Ángeles encontraron a Illyana y la decapitaron, ella ya había supuesto lo que pasaría y entregó el bebé a una pareja de los bajos fondos de Anwar Abass, no es que quisiera dejar a su primogénito con cualquiera, pero la situación era desesperada y comprendió que si lo dejaba en manos de las personas más irrelevantes y conocidas de la ciudad, pasaría más desapercibido a los ojos de los Ángeles que si lo dejaba en manos de un Ángel.

Tras ser asesinada Illyana, la pareja del bajo mundo no tardaron en dejarse ver tal y como eran, no eran personas de edad media humildes y honradas, sino que eran simples drogadictos y borrachos que cuando Ekrion tuvo la apariencia de un niño de unos cinco años lo vendieron para pagarse la droga, argumentando que como Nephilim podrían usarlo como arma de combate por las capacidades sobrehumanas que poseería en el futuro.

Ekrion desde niño ya había demostrado ser inteligente y tener cierta picardía maliciosa en su interior, pero después de ser vendido como un mero animal por sus supuestos padres, el mal original que habitaba en su alma se desencadenó, comprendió que no podía depender de nadie más que de sí mismo si quería sobrevivir en un mundo como este. Así que una noche, mientras dormía el hombre que le había comprado y que le usaba como esclavo para limpiar, cocinar y realizar todas las labores de la casa, tomó un cuchillo y se escabulló de forma sigilosa por la habitación, aprovechando la oscuridad para acercarse a la cama de su “amo”, y clavando la hoja del cuchillo en el cuello de este, el cual se despertó y miró horrorizado al muchacho, que en su rostro dibujaba una sonrisa maligna y tétrica de satisfacción mientras veía como el humano se desangraba sobre su cama hasta quedar su cuerpo inerte en ella.

Después del asesinato, el muchacho robó todo aquello de valor que tenía su antiguo amo y se echó a la calle por sus propios pies. Entre el dinero que le robó y algunas cosas que tenían cierto valor en el mercado negro, consiguió el capital suficiente para sobrevivir por su cuenta, pero no volvió nunca a asesinar más. Sabía que no podía mostrar su rostro más cruel y monstruoso a la gente si quería llegar a la cima, debía hacer amigos, amigos con poder que le llevaran hasta la cima.

Tras vagar por Anwar Abass durante unos años por su cuenta, se hizo amigo de un tabernero, que a menudo servía a nobles de bajo rango, allí empezó a trabajar como camarero y de esta manera a relacionarse con los nobles, volviéndose un muchacho bastante apreciado por estos. Poco a poco sus relaciones con esos nobles le llevaron a servir como mozo de los recados del Sultán de Mel-Qarath. Poco a poco, dejó de ser un niño y pasó a ser un atractivo e inteligente adolescente con la apariencia de unos dieciocho años, que fue ganando mediante mentiras y argucias que camuflaban su oscura personalidad, el favor de los miembros de la corte, hasta llegar a convertirse en uno de los múltiples consejeros del sultán de Mel-Qarath, el más joven de todos ellos.

A día de hoy sigue siendo uno de los consejeros del sultán, y eso le ha dotado de un nivel económico y unos privilegios que disfruta de gran manera, mientras camufla sus bajas pasiones. Pero ese no es el final de Ekrion, no, en absoluto, su objetivo y pasión es el mundo, y este aún tiene que escuchar hablar mucho mas de Ekrion Gältos, el Nephilim de la Avaricia.