[PASADO] La Guerra y la Confianza

por **Anastasia** Dom Nov 24, 2019 2:09 pm

La celestial agradecía que la oscuridad de la noche cubriera sus pasos, ya que el rastro de gotitas de sangre que dejaba tras de sí iba a llamar demasiado la atención. Tan solo la tenue luz de las farolas y la luna creciente iluminaban las solitarias calles, aunque se hubiera efectuado la famosa limpieza aun nadie se atrevía a pasear de noche por los arrabales, al menos que fueran parte de las mafias que provocaban aquel miedo. Anastasia separó su zurda del vientre para ver si había parado la hemorragia. El disparo de la demonio había pasado rozando su vientre y aunque la herida no había sido profunda no había parado de sangrar por los movimientos durante la pelea. El kimono azul que vestía estaba sucio y desgarrado por varios sitios, solo esperaba que no fuera importante para Zhu ya que no iba a poder devolverselo.

Cubriéndose con la sombra de un edificio, la rubia se paró para tomar aliento y sacó por fin el anillo que Taneki les había dado en la taberna. Presionó el ojo del ave como lo había hecho el ángel y espero cualquier tipo de señal para ponerse en contacto con Adyara.

- Eh... ¿Adyara? Cómo funciona esto... ¿Me escuchas? Lo siento, he tenido un pequeño contratiempo, ¿dónde estás? - trató de decir acercando el anillo a su boca para que se le escuchara bien. Le estaba hablando a un anillo, cómo de ridículo era eso.

Era una estúpida por haber ido a los arrabales sola sin haber contactado con ella antes. Adyara parecía mucho más experimentada y lista que ella, tenía que haberse pegado a su culo y haber aprendido de ella todo lo posible en vez de tratar de ser independiente en su primera misión, porque ahora no sabía si había hecho lo correcto o atacado a una humana.

por **Adyara** Dom Nov 24, 2019 6:40 pm

Ataviada con su kimono azulado, la chica de pelo naranja recogido en un moño atravesado por un pasador metálico paseaba tranquilamente por los desérticos arrabales de Sen Zei, sorprendida de que en el tiempo que había estado paseando, no se hubiese encontrado ni un alma. Estaba mapeando la zona en su cabeza paseando por ellos, si bien tenia al alcance de su mano un mapa perfecto de la zona, no tenía ganas de estar consultándolo cada vez que quisiese moverse así que acabó memorizándolo en su gran mayoría. Anastasia le pidió tiempo para ir a ver a su herrero antes de comenzar la operación en los arrabales así que simplemente se dividieron. La voz de la rubia resonó en su cabeza y, tal como había hecho ella, presionó el ojo del ave y tras ponerlo frente a su boca, contestó. - ¿Anastasia? Te escucho... Estoy paseando por los arrabales, ahora mismo estoy a punto de entrar en una de las calles principales, la que llega hasta el pequeño puerto. ¿Que ha pasado? ¿Dónde estás? - Preguntó mientras giraba una esquina para ir a dar a una calle ligeramente mas amplia que las demás solo iluminada por pequeños faroles y la luz de la luna.

Esperaba una respuesta por parte de Anastasia cuando una pequeña mancha en el suelo, apenas visible, llamo su atención. De no haberse parado a esperar que su compañera contestase, nunca se habría fijado en el rastro. ¿Alguna pelea entre mafias? Quizá si todavía había jaleo pudiese rascar algo de información acerca de los arrabales o incluso mejor, dar con alguno de los secuaces de Hanzo que Zhu le había descrito. Sin embargo, lo que se encontró no fue para nada lo que se esperaba, tras seguir hasta un callejón cercano el pequeño rastro, divisó una figura a lo lejos, apoyada contra un edificio, vagamente iluminada, apenas diferenciaba si era un hombre o una mujer. Si era algún mafioso herido o vulnerable, quizá podría sacarle algo de información.

Realizó un movimiento rápido con ambas manos y entonces, las muñequeras metálicas que llevaba ocultas bajo las mangas del kimono tomaron vida, convirtiéndose con rapidez en sus guanteletes de batalla. Comenzó a caminar con sigilo por el callejón, a espaldas de la oscura figura hasta que estuvo a unos cuatro metros a su espalda, pudo reconocer que era una mujer y distinguir mejor su postura, tenía una mano alzada ante su cara y otra cerca de su costado, su ropa estaba visiblemente destrozada, parecía que sí que había habido algún tipo de pelea. Envuelta en sombras, la pelinaranja continuaba acercándose con sigilo a Anastasia, pero sin saber que era ella...

por **Anastasia** Mar Nov 26, 2019 9:00 pm

La celestial se limpió la sangre en el vestido y volvió a poner la mano sobre la herida. No la sentía tan húmeda como antes así que supuso que la sangre había empezado a coagular. La calle que llegaba hasta el puerto, no tenía ni idea qué calle podría ser ni recordaba haberla recorrido durante su paseo. Alzó la vista para situarse y se percató que en la oscuridad, más adelante, no se divisaban edificios tan altos.

Estuvo apunto de reanudar la marcha cuando en el silencio y la oscuridad de la noche sintió que no estaba sola. No era la misma sensación de siempre, la incomodidad de que alguien te está observando, sino que parecía una certeza que no era capaz de explicar. Lo sabía, alguien estaba ahí. Se giró con sumo cuidado para no mostrar una actitud ofensiva y se sobresaltó al encontrar una figura armada bajo la tenue luz de las farolas. En primer lugar pensó que la muchacha con la que había peleado había vuelto para cobrarse su venganza, no obstante, tras unos segundos, pudo distinguir una cara familiar.

- Por favor, creo que he tenido suficiente por hoy. - le dijo con tranquilidad esperando que la joven la reconociera antes de atacar. Estaba cansada, tanto física como mentalmente, ni siquiera había vuelto a levantar el arco para defenderse en el peor de los casos.

Off. Introduzco de esta forma la percepción espiritual.

por **Adyara** Vie Nov 29, 2019 1:08 pm

Se encontraba a escasos dos metros, apunto de saltar sobre Anastasia cuando esta se giró sorprendiéndola y hablándole con voz cansada pero tranquila, reconoció la voz al instante y bajó ambas manos tornando sus peligrosos guanteletes de pelea de vuelta a dos simples muñequeras metálicas que se ocultaron bajo las mangas de su kimono. Se acercó la distancia que las separaba y pudo ver que las ropas de la chica estaban totalmente destrozadas y manchadas de sangre. -¿Qué ha pasado, Anastasia? ¿Estás bien? - Preguntó mientras desabrochaba el obi de su propio kimono, haciendo que éste se abriese un poco y dejase ver que la pelinaranja solo llevaba su ropa interior debajo. A continuación estiró la tela para ver si era tan largo como ella recordaba, y no, era aún mas largo. -Déjame ver. - Dijo mientras con su mano libre apartaba todo lo que estuviese impidiéndole ver la herida de la chica.

La examinó unos segundos y rebuscó en su mente otros tantos. No era una herida demasiado profunda y a sus ojos no parecía haber alcanzado ningún punto vital, detener la pérdida de sangre y la regeneración natural de los ángeles sería mas que suficiente para que se curase sola si la chica descansaba un poco. En apenas unos segundos se encontraba utilizando su obi para rodear la cintura de la chica, pasándolo sobre la herida. - Lo siento, va a doler un poco. - Dijo mientras tiraba para que el vendaje quedase bien apretado y cumpliese su función. - Listo, esto y un poco de tiempo sumado a tu innata condición de Celestial deberían ser suficiente para que no vaya a peor. - Su tono era tranquilizador, pero a la vez implicaba un segundo significado: "no mas peleas hasta que te cures" . Adyara recuperó su postura normal, erguida, y entonces se dio cuenta de que su kimono dejaba entrever lo que había debajo, por suerte quien estaba con ella era otra mujer.

Se arrebujó como pudo con su kimono intentando buscar la forma de trabarlo sin su obi hasta que consiguió mas o menos hacerlo, aunque con un par de movimientos bruscos estaba casi segura de que se soltaría y se abriría, así que tendría que ser cuidadosa. Ahora solo restaba escuchar lo que le había pasado a Anastasia... ¿Se había encontrado con Hanzo quizá y habían peleado? ¿Sabían que venía y la emboscaron? Mil teorías pasaron por su cabeza aunque de nada servía darle vueltas cuando la respuesta vendría a ella en unos momentos.

Spoiler:

por **Anastasia** Sáb Nov 30, 2019 3:06 pm

Anastasia tuvo que contener la respiración para no quejarse cuando la tela se ciñó a la herida. Cuando Adyara mencionó su condición como Celestial permaneció en silencio divagando sobre qué podría estar refiriéndose ya que no había sentido nada especial hasta el momento. No quiso preguntarle por no parecer una ignorante desde el primer instante. Anastasia necesitaba ganarse la confianza de Adyara para la misión que habían aceptado cumplir, puesto que iban a trabajar codo con codo desde las sombras y no iban a tener la ayuda de nadie más. A su parecer, en aquel tipo de situaciones la confianza es el principal pegamento que une las piezas para que todo salga bien.

- Iba a llamarte cuando llegué aquí, pero vi a una muchacha sospechosa que seguía a dos chiquillos y quise asegurarme que no fuera a hacerles nada, ya que no parecían ir juntos. Cuando los chavales llegaron hasta otra persona la joven cambió de dirección. La seguí durante un momento, pero me atacó. Me aseguraba que era humana pero no estoy tan segura, me ha atacado pero ha huido en cuanto ha podido - le resumió Anastasia algo avergonzada. La celestial no pudo evitar bajar la mirada cuando las vestimentas de Adyara dejaron entrever su cuerpo y admiró lo perfectos que eran los ángeles que había conocido hasta ahora, todos los que no eran ella, por supuesto. - Le he preguntado por Hanzo pero parecía no saber mucho más que nosotros, aunque engañarme a mí tampoco debe ser muy complicado. No se si he atacado a una humana inocente Adyara - dijo al fin llevándose la mano a la frente, se sentía tan estúpida.

por **Adyara** Sáb Nov 30, 2019 11:25 pm

Atendió a las palabras de Anastasia sobre lo que había sucedido para que ella acabase en aquel estado y sobre todo, quien había sido la causante. - Si te atacó da igual si era humana o no, por mucho que los humanos estén en medio de la guerra entre Ángeles y Demonios y nuestra misión, en parte, sea protegerlos, también tienes que tener en cuenta que son muchas veces los propios humanos los culpables de innumerables muertes de su propia especie. Por mucho que queramos salvarlos, a veces no queda mas remedio... - Dejó la frase en el aire y agarró la mano de la chica, haciendo que la mirase directamente a los ojos. - De nada sirve que te martirices por algo que ya pasó y mucho menos cuando fue en defensa propia. - Dijo la pelinaranja con una voz que transmitía cierto rasgo de experiencia y señaló el vendaje improvisado que le había hecho en el costado.

En ese momento se paró a pensarlo, esas preocupaciones eran las mismas que había tenido ella cuando sus padres Ángeles le habían hablado sobre la guerra eterna y el enfrentamiento entre ambas razas. ¿Era Anastasia una Celestial tan joven? No lo sabía pero por algún motivo le parecía justamente eso y en cierto modo le hacía querer ayudarla. -No tengas miedo por las decisiones que tomas, no siempre tienes que hacer lo correcto, de los errores se aprende también, quizá mas que de los aciertos. - Ese consejo llevaba el peso de ochocientos años de observación del mundo impreso en él, absolutamente todo se basaba en una simple ley: Ensayo, error y aprendizaje. Y quisiese o no aceptarlo, iba a ser así, golpearse una y otra vez contra un muro hasta que encontrabas la manera de saltarlo, o romperlo. - Si la mujer esa era amiga de Hanzo le avisará de que lo están buscando, o bien se esconde para que nadie lo encuentre o quizá tengamos suerte y mande algún idiota a por nosotras al que podamos capturar para tirarle un poco de la lengua. - Aunque por otro lado, si mandaba a demasiada gente podían verse forzadas a a salir por patas, pero bueno, ya decidirían qué hacer cuando algo sucediese.

por **Anastasia** Dom Dic 01, 2019 1:26 pm

Cuando la muchacha cogió su mano, Anastasia miró directamente a los ojos de Adyara y sintió la tranquilidad que sus palabras querían transmitirle. Probablemente aceptaría cualquier discurso que le quitara culpa para sentirse mejor, pero la sabiduría y seguridad con la que hablaba su acompañante la tranquilizaron genuinamente. La rubia hizo un barrido con la mirada a la solitaria calle en la que se encontraban, puede que hubieran hecho una "limpieza" pero la gente seguía sin atreverse a recorrer esas calles sin la protección del astro rey.

- ¿Has hablado con Zhu? ¿Sabemos a quién estamos buscando? - Anastasia esperaba que la muchacha tuviera más información que ella y un plan, ya que ella en aquel momento se sentía tremendamente perdida y descolocada. ¿Qué iban a hacer? ¿Echar todas las puertas abajo hasta que encontraran a alguien que encajase en la descripción de Zhu? - Ahora que no están nuestros honorables amigos... ¿qué opinas de todo esto? - le preguntó entonces al percatarse del detalle de que era la primera vez que se encontraban a solas.

La rubia, por su parte, no quiso entrar mucho en lo poco práctico que le parecía la mentalidad del Imperio tal y como la habían planteado los dos orientales. Adyara no parecía alguien que se mordiera la lengua a la hora de hablar, pero quería preguntarle por si había algo que pasara por su cabeza y que no quiso decir en voz alta. No quería pensarlo, pero consideró incluso que hubiera cosas que los dos orientales no quisieran mencionar pero Adyara conocía. Detalles que pudieran ser importantes para su misión. Anastasia creía que eran importantes todos los puntos de vista, tanto de gente que conocía bien el imperio como la imagen que proyectaba a los extranjeros.

por **Adyara** Lun Dic 02, 2019 8:04 pm

Sí, es mas... - Dijo mientras sacaba su móvil de un pequeño bolsillo oculto en el interior del kimono y se lo enseñaba a Anastasia. - Estos son los tios que Zhu vio. La red orbital de satélites de Xeonova es bastante buena y precisa en estas cosas, he podido sacar sus caras. - Dijo mientras pasaba lentamente las imágenes para que la rubia las viese y pudiese recordarlas. - Aunque dudo mucho que lleguemos a encontrarlos, tuve que revisar mas de una semana de imágenes para encontrarlos tan solo una vez fuera de edificios. - Cuando terminó de enseñarle las imágenes a su compañera, guardó su dispositivo nuevamente en el bolsillito de su vestimenta. La siguiente pregunta de la chica la pilló un poco desprevenida pues ella también quería preguntar lo mismo pero no sabía si debía hacerlo o no.

Sinceramente me huele muy raro, quiero decir... No cometes un asesinato, eres pillado en una escena del crimen, luchas contra un Ángel Imperial y capturado para ser enjuiciado, y de la nada pasas de criminal nacional a héroe. Tiene que tener a alguien detrás cuyo poder político es considerable. Pero quitando eso, el dividirnos puede ser bueno, así no dejamos flancos descubiertos, dos de nosotros están protegiendo y nosotras buscando. Por otro lado... la mentalidad de "el Imperio es lo mejor y no se puede cuestionar al emperador...." sinceramente no me entra, para evolucionar es necesario cuestionar y adaptarse, dejar las cosas como están hasta que pueda pasar algún desastre... Este no es el mejor sitio para hacer algo así, aquí la paz es efímera y se mantiene sobre un fino hilo, de hecho... - Caviló unos instantes mientras cogía aire. - Es mas que probable que si, por lo que sea, fallamos en proteger al embajador, se desate una guerra entre Kardas y el Imperio. Cosa que hará que las cosas se pongan bastante feas por aquí, sobretodo si Hanzo y los suyos aprovechasen la confusión para hacer lo que sea que quieren hacer, porque la mejor forma de usar una guerra es como distracción y método de cansancio. Taogami ganaría la guerra pero acabaría con muchas bajas y una situación política tensa y luego... dar un golpe de estado seria bastante simple sobretodo si tienes el apoyo de la gente como parece haberse ganado nuestro querido héroe. - Había soltado todos sus pensamientos sin pelos en la lengua, allí solo estaban ellas y los edificios cercanos estaban totalmente en silencio, posiblemente la mayoría de sus habitantes estuviesen durmiendo. Se lo habría dicho a Taneki y Zhu tal cual lo pensaba, pero posiblemente se hubiesen escandalizado y tampoco quería eso. Anastasia por otro lado en su momento había compartido ciertos puntos de vista con ella, así que estaba segura de que, como mínimo, intentaría entender el punto de vista de la pelinaranja incluso si no lo compartía.

por **Anastasia** Miér Dic 04, 2019 7:23 pm

Anastasia escuchó atentamente a su compañera con satisfacción. Adyara no hizo más que poner en orden todas sus ideas, aunque la rubia había planteado alguna que otra posibilidad más. Quería conocer su opinión para estimar si sus decisiones, prioridades y forma de plantear los hechos iban a ser parecidas en el futuro. Con la forma de pensar de los dos ángeles orientales no dudaba que pudiera haber ciertas discrepancias a la hora de la verdad. Con la joven, sin embargo, tenían un punto de vista bastante similar, lo cual la tranquilizó bastante.

Se tomó un momento para volver a presionar su herida y percatarse de que no dolía de la misma forma que antes. Agradeció que todo aquel embrollo de la guerra eterna tuviera alguna que otra ventaja. Ahora que se veía con más fuerzas y en mejores condiciones que antes, comenzó a pasear en dirección al puerto.

- El honor es una gran virtud pero ningún exceso es bueno. El honorable puede pecar de ingenuo y en ocasiones hasta de predecible - contestó cuando Adyara había terminado, esperando que aceptara a acompañarla. - Buscar a esa gente será como buscar una aguja en un pajar. El único sitio en el que se me ocurre que podamos encontrar información es en el puerto. El puerto es la vía de entrada para muchas mercancías clandestinas y la noche da cobijo a las ratas. Si pillamos a alguien por ahí quizá conozca a quien buscamos.

por **Adyara** Vie Dic 13, 2019 4:53 pm

Spoiler:

La pelinaranja se acercó a la rubia dispuesta a acompañarla rumbo al puerto del lugar. -El honor es... - Hizo una pequeña pausa. - Complicado. - Concluyó. Era un tema en el que no sabía si debía meterse aún y no creía que aportara nada su opinión en esa materia así que la obvió. Admiró el cielo nocturno, despejado y con un atractivo manto de estrellas extendido en su cobijo. -Ciertamente es el mejor momento para hacer una cacería de ratones... ¿Te sientes un poco gata esta noche, Anastasia? - Bromeó con una sonrisa y mientras la risa afloraba en su voz mientras con su mano hacía un gesto imitando a un gato que quería arañar algo con una de sus patas delanteras.

Pese a estar en mitad del territorio enemigo, Adyara hacía bromas y se comportaba como lo haría normalmente en mitad de Tera, al fin y al cabo, era mejor parecer un poco idiota para que cualquier incauto te subestimase. Tomaría unos minutos llegar al puerto caminando por aquella calle así que mientras caminaban disimuladamente fue mirando hacia las casas y edificios colindantes, buscando a alguien que pudiese estar observándolas desde las sombras. Quizá alguien las viese y pasase algo interesante, de lo contrario acabaría siendo una larga noche de aburrimiento y caminatas de un lado para otro buscando a alguno de los secuaces de Hanzo.

por **Anastasia** Jue Dic 26, 2019 10:39 am

Anastasia sonrió ante las bromas de Adyara y dejo escapar un tímido "miau". Sin embargo, pronto se distrajo y miró de nuevo hacia la herida. Apenas dolía, Anast retiró la mano y donde antes tenía la herida de bala tan solo quedaban manchas de sangre. Si su aspecto no fuera lamentable en aquel momento podría actuar incluso como si no hubiera pasado nada. Su compañera parecía estar pendiente de su alrededor, aunque el único sonido que se podía escuchar entre aquellos edificios era el de los tacones de las dos muchachas.

Quiso contestarle algo a la Celestial para que su silencio no fuera sospechoso para cualquiera que las pudiera estar vigilando, pero llegaron al puerto y optó por mantener silencio. Con un rápido vistazo pudo ver que en principio el puerto estaba tan desierto como la ciudad, la noche acababa de caer y la actividad probablemente no comenzaría a la primera hora del alba. A lo lejos, sin embargo, pudo distinguir unas figuras moviéndose entre las sombras con rapidez. Anastasia primero puso la mano en el pecho de Adyara e hizo retroceder a ambas hasta la pared de una nave, donde la escasa iluminación las ocultaría. Luego señaló con la cabeza hacia las sombras, por si Adyara no las hubiera visto todavía. Pudo distinguir como las figuras descargaban cajas y cajas de un barco de pequeño tamaño y las metían en una furgoneta. Ni el barco parecía un barco mercantil usual ni el resto de los factores hacían que Anastasia no se obsesionara con la idea de que algo no iba bien.

por **Adyara** Dom Dic 29, 2019 12:33 am

Adyara caminaba vigilante pero un poco distraída de su alrededor cuando Anastasia la frenó con su mano para luego hacerla retroceder unos pasos, miró a la chica que se encontraba señalando a un lugar especifico del puerto donde tras observar unos segundos pudo divisar movimiento, estaban descargando algo de un pequeño barco a un vehículo. - ¿Una descarga de mercancía en este lugar y a estas horas? Me puede la curiosidad... - Susurró mientras alzaba la cabeza mirando los edificios que tenían a su alrededor, dio un par de pasos fuera de su escondrijo del callejón, quedando durante unos breves segundos expuesta hasta que volvió a la seguridad de la esquina pero pudo ver como la hilera de edificios a la derecha de ellas llegaba hasta el lugar donde estaban aquellas figuras sombrías. - Los tejados de la hilera de edificios llegan hasta ellos, podríamos acercarnos bastante, sígueme. - Dijo la chica y entonces, flexionando sus rodillas al máximo, saltó para luego desplegar sus alas blancas y dar un par de aleteos que la impulsaron hasta llegar al techo del edificio que hacía la esquina que las cubría.

La mayoria de las edificaciones estaban hechas de piedra por lo que sería bastante fácil para ellas desplazarse sin hacer ruido, además la mayoría de los tejados tenían chimeneas o rebordes que los hacían ideales para esconderse, sumado a que dudaba mucho de que alguna de las figuras estuviese haciendo guardia, era un método seguro. A medida que se fue acercando pudo distinguir mejor la situación, estaba a medio camino cuando vio que, al menos, había cuatro personas allí: dos dentro de la embarcación marina que pasaban las cajas a otros dos que las llevaban a la furgoneta, las cajas eran de medio tamaño, perfectas para que cualquiera pudiese cargarlas siempre que su contenido no fuese pesado. Pero... ¿Qué estaban transportando en mitad de la noche? Apestaba a ilegalidad total, y si bien lo correcto hubiese sido llamar a las autoridades, Adyara tenía demasiada curiosidad y algo de emoción por cómo podía resultar la situación.

¡Por fin la noche tendría algo de emoción! Un par de tejados mas y estaría justo en frente de la camioneta en la que depositaban las cajas. Agudizó su vista y su oído todo lo que pudo para escuchar y ver a las figuras misteriosas, solo pudo ver a uno de ellos y lo reconoció porque era uno de los lacayos de Hanzo, del cual Zhu le había dado una descripción. - El de la izquierda, en el barco, encaja con una de las descripciones que nos dio Zhu de los hombres de Hanzo. ¿Qué hacemos? ¿Lo seguimos a ver a dónde va? ¿Asaltamos su operación y les ofrecemos caricias a cambio de información y de paso vemos que se traen entre manos? - Preguntó, quería saber el punto de vista de su compañera para elaborar un plan de ataque que fuese un poco mejor a improvisar sobre la marcha, aunque su tiempo fuese limitado, no tardarían mucho en terminar de descargar la barcaza.

por **Anastasia** Sáb Ene 04, 2020 12:03 am

Mientras que Ady hacia un reconocimiento del terreno, Anastasia trataba de seguir la dirección de su mirada y entender en qué estaba pensando. Sin embargo, la joven no tardó en enunciar sus intenciones y acortar distancias con el barco por encima de los tejados. Anast la imitó saltando con elegancia y abriendo sus alas para impulsarse, una vez en los tejados fue moviéndose con agilidad y utilizando los elementos de los edificios para ocultarse. Alcanzó a la Celestial justo para escuchar sus palabras y escudriñó la escena antes de contestar.

- Creo que nuestra mejor opción es seguir a ese pavo y probar a que nos lleve a su escondrijo o hasta Hanzo. Puede que tengamos que mostrarnos sin conseguirlo o incluso que tengamos que separarnos - susurró Anast tratando de no llamar la atención y desvelar su presencia. - Nuestra misión es importante pero tampoco podemos dejar que introduzcan mercancía ilegal en la ciudad en nuestra cara. Si se separan y queremos permanecer juntas, atacamos ya o seguimos al secuaz de Hanzo permitiendo que sigan con la entrega.

Anastasia sentía como si no hubiera contestado a su pregunta pero había respondido con sinceridad. Si aquella era de verdad una de las personas que buscaban, habían tenido una suerte increíble. No obstante, Anast no quería sacrificar ninguna de las partes, no quería perder la oportunidad de seguirle o detenerle pero tampoco iba a permitir que se llevaran aquello que habían traído. Confiaba que su sabia y experimentada compañera se inclinara por la mejor de las opciones que la rubia había planteado.

por **Adyara** Miér Ene 08, 2020 10:57 pm

Anastasia llegó a su vera poco después, ocultándose también como lo hacía ella y entonces comenzó a susurrar. Expuso sus opciones de manera clara, haciendo alusión a sus desventajas: Si seguían al secuaz de Hanzo, podrían llegar a una posible guarida, pero existía la posibilidad de que se realizase la venta o introducción de objetos ilegales en el Imperio, y si atacaban ahora podrían parar la operación ilegal pero podían perder la pista de su misión si aquel tio no tenía realmente información relevante que pudieran sacarle. Era un dilema, pero debían decidir y debían hacerlo pronto puesto que ya comenzaban a agotarse las cajas del barco y el vehículo a estar casi lleno. - Creo que deberíamos atacar ahora... - Concluyó tras una pequeña pausa para pensar. La idea será capturarlos a todos para luego ver qué están... - Adyara se calló repentinamente cuando el ruido de otro vehículo irrumpió en la escena, aparcándose frente a la camioneta que estaban cargando. Al cabo de unos segundos, un hombre regordete se bajó y, tras encender su puro para fumar, se dirigió hacia los demás.

Creo que vamos a esperar un poco mas - Dijo la pelinaranja observando la situación. Una vez el hombre llegó a los demás, comenzó a hablar, o mas bien, a gritar al punto de que las dos féminas en los tejados pudieron oír lo que decía: -¿Todavía no están listas esas cajas? Vais con media hora de retraso maldita sea. Ese cargamento tenía que estar ya en mi almacén. - Gruñía el fumador mientras era ignorado deliberadamente por los otros. Hizo una seña y dos hombres bajaron del coche y se dirigieron hacia la camioneta casi cargada, eran altos, vestían trajes negros mas típicos de Tera que del Imperio, y ambos portaban pistolas en sus manos derechas. - ¡Venga idiotas terminad ya o seréis pasto de los peces! - Volvió a gritar el hombre que supuso que era el jefe. Los cargadores, menos el hombre de Hanzo, se apresuraron aumentando el ritmo de descarga, sin embargo este último aminoró el paso, en clara provocación. Y como era de esperar, los dos hombres armados se acercaron a amenazarle, lo que no vieron venir fue que, en cuestión de segundos, el secuaz logró desarmarlos y lanzarlos al agua a los dos sin que pudieran resistirse de ninguna manera. Luego se dirigió hacia el hombre que había dejado caer su puro al suelo de la sorpresa. Pudo ver como hablaban, aunque no pudo oir lo que decían, a diferencia del fumador idiota, el otro parecía bastante mas listo y no gritaba a los cuatro vientos. - Creo que deberíamos irrumpir ahí antes de que haya cadáveres...

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