Ficha de Adam Glidehill

Número de cuenta: Secundaria.

Nombre de cuenta principal: Lorelei.

Nombre Completo: Adam Glidehill.

Edad: Quince años aparentes, quince años reales.

Raza: Nephilim.

Arma principal:
- Garras enguantadas: Dichas zarpas de veinticuatro centímetros de longitud se desenfundan de los guantes a voluntad del propietario.

Armas secundarias:
- Bastón extensible: Se trata de una vara de acero de treinta centímetros de longitud capaz de extenderse hasta seis veces duplicando su tamaño, hasta alcanzar una longitud de ciento ochenta centímetros.

- Por descubrir.

Atributos:

Fuerza: 0
Dureza: 2
Destreza: 4
Potencia Mágica: 0
Resistencia Mágica: 0
Destreza Mágica: 0


Relaciones (Opcional):

Vladislav Dragovich: Esta relación está pendiente del progreso en el rol.

Aspecto físico: Un joven de cabellos dorados y enrevesados, de tez morena y de ojos claros como el mar del pacífico tropical. Tiene tres finas líneas rosadas cicatrizadas en la mejilla derecha causadas durante un combate contra su hermano Nauzet. Adam tiene una complexión atlética y delgada. En su cuello lleva un cordón de cuero negro con dos abalorios engarzados con la forma de un león y un lobo en plata. Viste por normal general con una sudadera gris en la que se puede leer la marca Reebok a lo largo de la caja torácica, una camiseta blanca y holgada, un pantalón de chándal negro, y unas zapatillas deportivas negras Reebok. Las manos siempre las lleva enguantadas hasta los nudillos en negro; desde las muñecas hasta los codos lleva unos brazaletes de acero azabache.

Personalidad: Es joven y bromista. También es muy pesado e inocente. Un chico divertido, inteligente y empático. En el rincón más oscuro de su ser se oculta una identidad salvaje carente de control. Se trata de un niño muy entusiasta con el gran anhelo de convertirse en un héroe. Es atrevido y astuto sólo que no lo reconoce, lo que lo convierte en alguien aparentemente tímido y cobarde por falta de confianza en sí mismo.

Metas:
- Sueña con convertirse en una gran persona heroica para poder ayudar al prójimo y al más débil, y así combatir con la corrupción que ha hecho de su niñez un infierno. Para él gobernar o liderar a una raza no tiene sentido.

Historia:

Adiós padre. Adiós madre.
Hoy hacía diez años desde que la mafia había separado a dos críos de cinco años de sus padres en un tiroteo. El hampa se encargó de capturar a los niños con vida para venderlos en el mercado negro para complacer a su futuro dueño, un Nephilim con el alma tan triste como la de un demonio; cuidó de ellos hasta los trece años de edad. El ángel oscuro compraba esclavos para alimentarse luego, pero al descubrir que no eran simples mortales sino jóvenes Nephilim decidió adiestrarlos como un humano atroz lo haría con un perro para morir en una jaula contra otro animal. Literalmente fue así, tal y como os cuento; dormían en jaulas, comían en el suelo y solo salían al patio para ser entrenados.

Adiós hermano.
Los gemelos Adam y su hermano Nauzet cumplían trece años de edad el día en el que Nauzet, harto del maltrato y de la vida que llevaban, decidió huir. Adam le siguió para detenerle, ciego por la fidelidad a su dueño. Aquella noche llovía a cántaros y tronaba a ratos. Nauzet se paró en mitad del patio para volverse hacia su hermano, con el torso desnudo y un abalorio de plata con la forma de la cabeza de un lobo colgándole en el pecho. Trató de hacerle entrar en razón a Adam, hasta que las palabras se convirtieron en garras y demandaron sangre. Fue un combate largo y doloroso, de sentimientos encontrados y rotos. Adam vino a entrar en razón cuando yacía su hermano en su regazo; podía ver su pasado, su presente y hasta su futuro en los apagados y llorosos ojos de Nauzet. En aquel momento le arrancó Adam a su alma gemela el colgante que llevaba en el pecho, y se marchó lejos, muy pero que muy lejos.

Dos años de incertidumbre.
Adam era joven, tan sólo tenía quince años de edad pero ya había sufrido más que cualquiera a los cincuenta o más. Tenía un mundo por delante para explorar. Cuando descubría cualquier páramo hermoso del planeta, se tiraba de rodillas para orar por Nauzet con el lobo envuelto en un puño.

-Te lo prometo hermano, algún día seré lo suficientemente fuerte como para acabar con la injusticia. Nadie más sufrirá como lo hemos hecho nosotros. Nuestro bando ha sido escogido, no por mí ni por ti, sino por el caprichoso destino. Y cuando al fin haya hecho justicia te vengaré con mi muerte... -.

Ficha válida.