..:: Ficha de Maia ::..

Número de cuenta: Primaria.

Nombre de cuenta principal: Maia

Nombre Completo: Maia

Edad: 30 años

Raza: Ángel

Arma principal: Arco largo y carcaj con flechas

Armas secundarias:
Daga: Suele llevar la daga sujeta al muslo derecho, la cual utiliza más de forma utilitaria que como arma.

Atributos:

Fuerza: 1
Dureza: 1
Destreza: 3
Potencia Mágica: 0
Resistencia Mágica: 1
Destreza Mágica: 0

Aspecto físico: Maia es de piel trigueña y cabello de un castaño muy oscuro, de ojos color chocolate de una bella forma almendrada, largas y espesas pestañas negras, una boca pequeña de labios carnosos y tono rojizo. Mide 1.65, con un cuerpo delgado pero definido; su aspecto general es delicado.
Tiene tatuajes en el hombro y brazo derecho que representan flores y mariposas, además de que porta expansores en ambos lóbulos de las orejas, los dos de oro y jade.
Su vestimenta es normalmente de materiales naturales, principalmente algodón en tonos verde jade o rojos y suele tener bordados de aves, flores y mariposas, lleva sandalias tipo gladiador de cuero y algunos brazaletes de piel u oro, además de adornos de plumas en su cabello.

Personalidad: Maia es un espíritu libre, apacible y dulce, debido a su corta (muy corta) edad como ángel aún desconoce mucho del mundo en el que le ha tocado vivir. Es generosa, algo tímida a pesar de su apariencia un tanto exuberante y exótica; tiene una gran empatía con la naturaleza, en especial con los seres alados.

Metas: Maia al ser muy joven en términos de la edad de un ángel, no tiene mayor ambición que encontrar su lugar en la creación, sabe que no sería una buena guerrera pues siente pena ante la muerte de otros seres vivos, más aún provocada por su mano; sin embargo se siente más inclinada a ayudar a los demás, aquella a quien acudieran por consejo, una guía espiritual.

Historia: Despertó una noche de luna llena en un claro lleno de flores en medio del bosque que rodea a las montañas Auktas, sus ojos castaños se maravillaron con el cielo cuajado de estrellas y la imponente grandeza de aquellas elevaciones; se puso de pie disfrutando el tacto de la vegetación bajo sus pies y la suave brisa acariciando su piel desnuda, jugando con su largo cabello.
Oyó una voz dulce y amorosa en su mente que la llamaba Maia, que le decía que era un ángel y que había grandes cosas esperándola en aquel mundo al que había abierto sus ojos.
Caminó por el bosque hasta encontrar a unos viajantes que la acogieron y de los que conoció un poco de aquel mundo, les acompañó por algunos días mientras atravesaban el bosque hacia su destino, aunque le invitaron a ir con ellos Maia se negó diciendo que su lugar estaba aun ahí, se despidieron de ella regalándole una daga que conserva hasta el día de hoy; con el paso de los años se convirtió en acompañante y guía de los viajeros de aquel bosque, de ellos adoptó el uso de los expansores en sus orejas y los tatuajes que adornan su piel.
Vuelve constantemente al claro en el que abrió los ojos al mundo, en el que ha establecido su morada, una pequeña cabaña siempre rodeada de flores de todo tipo imaginable.
Sabe que algún día tendrá que dejar el bosque y las montañas para buscar su destino, uno que aún no se vislumbra a sus jóvenes ojos angélicos.