[Pasado]: Reunión ultra secreta

por **Taneki Akodo** Mar Oct 29, 2019 9:42 pm

Habían pasado un par de semanas desde el final del juicio contra Hanzo Kakuma. Las cosas habían cambiado mucho en Sen Zei durante los últimos meses, pues la acción de las fuerzas del orden sobre los arrabales de Sairon había acabado con las principales familias de la yakuza local y la sensación en la ciudad era de una inquietante tranquilidad.

En las próximas semanas, una comitiva imperial acudiría a Seraphia para exigir a sus representantes políticos una serie de reparaciones por el daño causado en el atentado del Coliseo de Faust pero, ciertamente, aquello podía conducir a una indeseada guerra entre ambas naciones.

Aquello perturbaba profundamente a Akodo y era de dominio público que la situación entre ambas naciones no atravesaba su mejor momento.

Taneki había reservado una pequeña mesa en el interior de la famosa y ajetreada Izakaya Taiyomaru. Quizás no era el lugar más apropiado para hablar de las cuestiones que lo habían llevado a buscar a los ángeles más comprometidos con el bienestar de los habitantes del Imperio. Tampoco creía que, buscando un lugar más apartado, pudiera evitar las posibles escuchas de cualquiera que quisiera saber lo que estaba tramando.

-El mejor lobo es el que sabe ocultar su presencia de las ovejas- pensó para sí Akodo.

No portaba su armadura de samurai ni su característica máscara pues, en aquel momento, no se encontraba de servicio, aunque su katana y su wakizashi lo identificaban como un ángel y como un agente al servicio del emperador de Taogami. Tranquilamente bebía de un vaso lleno de sake, sin ninguna prisa y esperando a que, poco a poco, todos los invitados fueran llegando y tomaran un lugar alrededor de una pequeña mesa situada en mitad del ajetreado local.

Por supuesto, aunque Taneki procuraba parecer tranquilo y despreocupado, intentaba estar sumamente atento a cualquiera que estuviera a su alrededor. Si algo había aprendido en los últimos meses era que no podía fiarse de cualquiera. Por supuesto, tampoco era el único hombre armado de la izakaya pero no era un espacio marcial, más bien se trataba de un lugar frecuentado por toda clase de personas. Poco importaba el oficio o la condición, lo importante era saber pasar un buen rato y no inmiscuirse en los asuntos ajenos.

por **Adyara** Miér Oct 30, 2019 1:21 pm

Si bien no era una Ángel Imperial reconocida, el hecho de que era una celestial era innegable. Sabía que en algún momento acabarían llamándola a capítulo, y así había sido. Incluso hasta ella había llegado la voz de que algunos Ángeles se reunirían en el Izakaya Taiyomaru esta noche, no sabía el objetivo de la reunión, pero si que había oído que hubieron algunos disturbios dentro del Imperio. No le dio demasiadas vueltas y siguió caminando en dirección al lugar. Vestía un kimono tradicional azul noche con algunos detalles en amarillo oscuro y que hacían destacar su cabello anaranjado, el cual llevaba recogido con un gran pasador plateado que lo sujetaba, en las muñecas de la chica, justo donde terminaban las mangas de su tradicional vestimenta cualquiera podía ver dos pequeños brazaletes negros que danzaban un poco con cada movimiento que hacía la mujer. Era un par de complementos raros pero dudaba mucho que alguien llegase a fijarse en ellos deliberadamente.

Entró al Izakaya y automáticamente notó como la mirada de alguno de los allí presentes se fijaba en ella, los ignoró y comenzó a buscar con la vista a su objetivo: un hombre con pelo blanco armado con una katana y un wakizashi. No pudo localizarlo así que, dirigiéndose a una de las trabajadoras del lugar le preguntó si ya había llegado un hombre que encajara con aquella descripción. La trabajadora asintió guiando a la pelinaranja hasta un lugar desde donde pudo visualizar a Taneki, Adyara agradeció las indicaciones y entonces se movió para llegar hasta la mesa donde se encontraba él, saludándolo con una leve reverencia. -Eres Taneki Akodo, ¿verdad? - Preguntó una vez terminado su saludo. Se sentó esperando la respuesta del hombre pero entonces apareció una de las empleadas del lugar con algo de comida, entre los platos había sushi, tofu, e incluso gambas, todo ello acompañado por sus correspondientes salsas. Justo cuando la primera camarera terminó de poner lo que había traído, una segunda se reveló justo detrás de ella y dejó una botella grande y blanca en el centro de la mesa, acompañada de varias pequeñas copas a su alrededor. - Sin duda este lugar no ha cambiado nada... - Dijo en voz baja con cierto tono nostálgico al ver la comida y sentir el ambiente animado del lugar.

por **Anastasia** Miér Oct 30, 2019 7:31 pm

Anastasia había permanecido cerca de 20 minutos en frente del peculiar edificio. Leía y releía una y otra vez un pequeño papel en el que llevaba escrita una dirección, pero para ella todas las calles y edificios del Imperio le parecían igual de raros. Zhu le había pedido que se adelantara y fuera a una reunión secreta de ángeles. La muchacha no sabía cómo de cierto era aquello, ya que de ser algo importante habría ido él mismo. No sabía si la había mandado a ella para que conociera a más seres inmortales y comenzara a formar parte en todo aquel mundo o si, simplemente, no tenía ganas de ir. Sea como sea, ahí estaba, temblando como la hoja de un árbol un día de tormenta.

Decidió juntar el poco valor que tenía en su diminuto cuerpo y entró en el local. Varias personas se fijaron en ella ya que su cabello dorado y las vestimentas occidentales no eran muy típicas de las islas. Anastasia trató de centrarse y no morir de verguenza cuando repasó a todos los presentes con la mirada buscando al que tuviera más pinta de ser un inmortal. Al no poder decidir cuál de todos aquellos orientales le parecía menos angelical, trató de preguntarle a una camarera si sabía de alguna reunión de "empresa" que debía tener lugar en aquel sitio. Suspiró con notable alivio cuando la mujer la invitó a acompañarla ya que si la respuesta hubiera sido negativa habría tenido que preguntar de uno en uno a todos los clientes si estaban esperando a un grupo de ángeles, cosa que aún no sabía si era viable o no.

Anastasia entró en la habitación después de la segunda camarera. Al ver que ya había dos personas tomando asiento en la mesa, se apresuró a sentarse en la parte más alejada de los desconocidos y clavó la mirada en la mesa avergonzada.

- Yo... hola. - dijo con un hilillo de voz casi inaudible mientras miraba a ambos celestiales y volvía a centrarse en la mesa, en esta ocasión en la comida típica del país.

por **Taneki Akodo** Vie Nov 01, 2019 9:05 am

Uno de las razones por la que Taneki había elegido aquel lugar era porque, sencillamente, las invitadas podrían sentirse más cómodas. Al menos más cómodas que hablando con un desconocido en un lugar secreto, oscuro y de difícil salida. La primera de sus invitadas tomó asiento rápidamente y Akodo, ante su pregunta, tan sólo asintió de forma afirmativa para que pudiera relajarse un poco y disfrutar del ambiente.

Cuando vió a la segunda invitada tomar asiento, pensó que ya eran suficientes para comenzar. Tenía un vaso de sake entre sus manos, pero tan sólo dio un leve sorbo para mojar sus labios y sentir un poco del sabor de esa bebida en su paladar. Taneki no estaba de servicio pero, en una situación tan importante, no quería perder la compostura:

-Mi nombre es Taneki Akodo- dicho esto hizo una breve pausa para inclinar su cabeza ante ambas mujeres como muestra de respeto- Antes de proseguir debo aclarar lo siguiente: la luz del emperador cubre con su sabiduría todas las islas del Imperio y nosotros, sus agentes, estamos a su servicio, incluso en nuestra propia muerte ¿Hasta que punto están dispuestas a servir con lealtad a los habitantes del Imperio de Taogami? - si por supuesto, Taneki no quedaba complacido con la respuesta, se retiraría- Perdonen mi rudeza, pero vamos a tratar asuntos de una importancia radical y necesito su completa discreción y afiliación. Por supuesto, como pueden ver, soy un fiel servidor del imperio.

Dicho esto, Taneki dejó ver con claridad su katana y su wakizashi y, a su vez, un fino cordón que pendía de su cuello y del que colgaba un sello de bronce que lo acreditaba como samurai al servicio del Imperio de Taogami.

por **Adyara** Vie Nov 01, 2019 3:37 pm

Cuando la chica rubia se sentó no pudo evitar percibir que estaba muy nerviosa, sus gestos, su voz y sobretodo, el no mirar directamente a los allí presentes, no pudo evitar sentir empatía con la chica pues le recordó a ella misma cuando despertó en mitad de la nada en Xeonova. Un silencio un tanto incómodo se podía percibir en aquella mesa, sin embargo quedaba oculto bajo el bullicio general del lugar por lo que, salvo que fueses uno de los tres allí presentes, era difícil de identificar. Adyara alzó su mano desde debajo de la mesa hasta el platillo de gambas atravesadas por palillos que habían traído las camareras, cogió una y tras mojarla en una de las salsas, la comió mientras miraba a Taneki dar un pequeño sorbo de sake para luego hablar.

Soy Adyara y seré directa, no soy una Ángel Imperial. A pesar de ello, pasé una larga temporada viviendo aquí y como tal, me gustaría proteger este lugar si está siendo amenazado, sea cual sea el motivo. - Dijo al terminar de tragar el tentempié, su cara mostraba un expresión seria y su mirada estaba clavada en los ojos de Akodo. -Estoy dispuesta a ayudarte arriesgando mi vida si es necesario, sin embargo, no seguiré órdenes ciegamente, eso solo lo haría un tonto. - Fue clara y tajante, su experiencia personal dictaba sus palabras, grabadas a fuego en su mente gracias a su vasta vida como observadora. -¿Que hay de ti? - Preguntó mientras serenaba su expresión con una amable sonrisa y pasaba el testigo de la palabra a Anastasia, quien aún le parecía un manojo de nervios allí sentada, relativamente alejada pero cercana a ambos.

por **Anastasia** Sáb Nov 02, 2019 12:26 am

Anastasia había permanecido atenta a todas y cada una de las palabras de los dos celestiales. Rezó por no tener que intervenir, pero Adyara no tardó en dirigirse a ella buscando una presentación. La joven tardó unos segundos en reaccionar, sus dos acompañantes eran seres imponentes y parecían sabios e importantes. A su lado Anastasia no era nadie, ni siquiera sabía por qué Zhu le había pedido que acudiera a aquel lugar.

- Mi nombre es Anastasia, un conocido me ha pedido que participara en esta reunión. No soy poderosa, no soy un guerrero ni sirvo a nadie. El emperador puede ser sabio y puede reclamar la lealtad de los ángeles, pero yo sirvo al bien de las gentes. Haré todo lo que esté en mi mano si con ello puedo ayudar a los habitantes de las islas - quizá con aquel exceso de honestidad Anastasia se había ganado un billete de vuelta a casa, pero consideraba que ante aquellos asuntos tan oficiales y peligrosos lo importante era la sinceridad. Anast no era una simple marioneta y tal y como le había prometido a Ekrion pensaba buscar su propia manera de hacer las cosas.

Off. siento la calidad del post, estoy de viaje y he hecho algo rápido para no frenar el ritmo Very Happy

por **Chunyu Zhu** Sáb Nov 02, 2019 8:06 pm

Llegaba tarde. Había pensado en mandar primero a Anastasia y luego ir él para no llamar tanto la atención en aquella importante reunión que había convocado Taneki-kun. Pero se había entretenido y el tiempo se le había echado encima, así que parecía que no había nadie esperando fuera, por lo que tendría que entrar por su cuenta.
La taberna contaba con la clientela habitual, gente que venía a pasar un buen rato sin inmiscuirse en las cosas de los demás. Akodo había dicho que actuara con normalidad, de modo que así lo hizo. Mientras buscaba a los dos ángeles que conocía, se desplazó saludando, deseando salud y evitando, para asombro de algunos, arrastrar nada con los faldones de sus prendas hacia la zona donde reconoció la colección de colores capilares. La melena rubia de Ann junto a otra que, no podía ser, pero lo era, la melena de Adyara. En cuanto le pareció que estableció contacto visual con ellos, empezó a saludarles desplazándose hacia la mesa, llegando justo cuando Anastasia había terminado de hablar.
- ¡Hey, Tasy! Akodo-kun. ¿Ady? ¡Bonito kimono! – tras saludarles, al otro ángel imperial con una inclinación de cabeza muy ligeramente más formal que el saludo a las dos chicas, y aprovechando la excusa de que en aquella situación tenía sentido que se comportara de manera más relajada, tomó una de las sillas, la giró y se sentó apoyando los brazos sobre el respaldo ante él – Pero, mira qué bien, todo caras conocidas…Bueno, ¿me he perdido mucho?
Ni había intentado leer el ambiente, solo se había fijado en que Akodo estaba serio, algo así como su estado base, Adyara daba la impresión de calma y Anastasia algo apartada y parecía incómoda. Normal, por otro lado, Taneki solía tener ese efecto en la gente.
OFF: Venga, voy entrando porque creo que Zhu tiene algún aporte

por **Taneki Akodo** Dom Nov 03, 2019 10:50 pm

Taneki Akodo escuchó con suma atención las palabras de Anastasia y de Adyara, de hecho se sintió complacido al confirmar que no tenían una lealtad ciega hacia los dictámenes de los oficiales del Imperio. En general eso era una ventaja, a ojos del ángel, pero en este caso podría ser un importante inconveniente.

En ese momento, apareció Chunyu Zhu. Era un viejo conocido y, quizás, un viejo amigo aunque, en el fondo, Taneki no era de los que admitían esas cosas. Habían entablado relación en el Templo del Fuego, cuando no eran más que unos meros novatos que aspiraban a ser algo en la vida. De aquello no hacía tanto pero a Taneki se le antojaba que había transcurrido una eternidad.

-Realmente no hemos empezado- dijo Taneki al tiempo en que, con una formalidad excesiva, saludaba a Zhu- pero creo que sois las personas adecuadas para... lo que debo pediros.

Dicho esto Taneki dio un sorbo profundo a su vaso de sake. Cualquier persona pensaría que aquel gesto intentaba dar tranquilidad y naturalidad a los ojos de los desconocidos que también habían acudido al local a comer o a beber aquel día, pero en el fondo Akodo estaba muy inquieto.

Se estaba jugando su vida y necesitaba ayuda...

-Supongo que habréis oído hablar del atentado de Seraphia contra nuestra embajadora en Kardas- antes de que pudieran dar una respuesta prosiguió-. Yo estuve presente y vi con mis propios ojos su asesinato, una error que jamás me perdonaré. Atrapé al terrorista y lo traje hasta Sen Zei, fue interrogado y llevado ante la justicia... - tras una breve pausa para medir bien sus palabras continuó- Ahora camina libre por las calles de la capital.

Por supuesto, los presentes podrían pensar que Taneki quería llevar una especie de caza personal y, posiblemente, se levantarían para abandonar la sala. Era un riesgo que, hasta cierto punto, Akodo estaba dispuesto a asumir. Si conseguía, en cambio, captar la atención de los presentes pues respondería con gusto a todas sus preguntas...

A fin de cuentas, aquellos hechos eran de dominio público y puede que alguno hubiera hecho sus propias elucubraciones o que tuviera alguna idea de lo que, en el fondo, estaba ocurriendo.

por **Adyara** Lun Nov 04, 2019 7:16 pm

Escuchó con atención a la chica de cabellos dorados, que pese a su aspecto, tenía bastante claras sus ideas, aunque su presentación no inspiraba a confiar en ella en un primer momento, eso o estaba siendo cautelosa, no podría comprobarlo hasta no llegar a una situación adecuada. Entonces una voz llamó su atención para cuando encontró al propietario ya estaba llegando a su mesa, era Zhu y por su llegada parecía extrañarle que ella estuviese allí. -Gracias. Todo sea por no llamar la atención con esos "ropajes elegantes". - Contestó al Ángel con su mejor imitación de la voz de él y la forma en como lo había dicho durante su último encuentro. Para bien o para mal, la llegada de él había logrado suavizar bastante el ambiente tenso que casi era palpable en aquella mesa ocupada por los cuatro celestiales.

Segundos después Taneki reclamó la atención para él, procediendo a explicar la situación y el por qué los había llamado allí. Adyara rebuscó en sus recientes recuerdos, desde Xeonova podías enterarte de todos los sucesos del mundo con relativa facilidad, la mayoría de las redes de comunicación mundiales tenía algún servicio contratado allí así que miles de noticias recorrían la ciudad cada día. Tal como decía Akodo, se había hecho público el asesinato pero no recordaba con detalles la noticia, solo un aspecto general. - Con un Ángel Imperial como testigo y el criminal ante el tribunal... ¿Salió libre? ¿Corrupción jurídica? - Preguntó la pelinaranja a la par que daba un traguito a su vaso de sake. Fue la primera idea que se le pasó por la cabeza, y es lo que parecía. - ¿O quizá lazos personales con algún cargo de poder que intercedió por él? - Añadió. Tenía varias ideas de lo que podía haber pasado, pero no se atrevía a apostar por ninguna mientras no tuviese mas información al respecto.

por **Anastasia** Mar Nov 05, 2019 12:05 am

La voz de Zhu abrazó los nervios de Anastasia como una manta calentita en una fría noche de invierno. Estaba tensa, descolocada y perdida, pero la conocida y sonriente cara del muchacho logró que se serenara y prestara atención. Quería cumplir su papel y aprender más sobre el nuevo mundo del que era parte, participar en alguna especie de "misión" era la mejor forma que se le ocurría de empezar.

El hecho de que el responsable de un delito de tal calibre pudiera quedar libre de castigo le heló la sangre, pero trató de ser paciente y escuchar los detalles de lo ocurrido. Quizá pareciera que vivía en una cueva, pero Anastasia era la única que no conocía aquella terrible noticia. Es cierto que había escuchado algo en las calles de la capital pero no había terminado de prestar atención y no sabía a qué exactamente hacían referencia las malas noticias.

- ¿Eran humanos el asesino y la embajadora? - a la joven le aterraba preguntar por información de dominio público o alguna estupidez, pero esperaba que su vestimenta todavía occidental delatara que no era de por ahí. Los demás celestiales parecían darle más importancia al cómo se había librado el culpable del castigo, quizá porque ya conocían la respuesta a su pregunta, pero para Anast la base era conocer la naturaleza de los implicados para entender el resto de las conclusiones que puedan sacar de lo acontecido.

por **Chunyu Zhu** Mar Nov 05, 2019 8:42 pm

Respondió con un gesto de la cabeza a Adyara para no interrumpir aquellas palabras de Akodo ¿El atentado? No es que solo le sonara, sino que él mismo había formado parte de la posterior ofensiva contra los asociados del asesino que había salido libre. Zhu no se había centrado mucho en los detalles del proceso, pero sabía de oídas del rol de Taneki en la captura y que, de alguna manera, aquello no había implicado una condena. Incluso, antes de sorprenderse ante la sugerencia de corrupción de Adyara, había pensado que se Taneki hablaba de algún tipo de misión, como cuando se sigue a las hormigas para ver por dónde entran en casa.
Por el momento no añadió preguntas ni respuestas a las de sus compañeras, eran bien bastante importantes o bien no tenía respuestas. Taneki había estado presente en el juicio y Chunyu no conocía al detalle la naturaleza del atacante, sospechaba que no sería humano si se había atrevido a enfrentarse a Taneki Akodo, pero aún dejaba otras opciones abiertas. Sin embargo, sí que añadió un pequeño comentario.
- No sé qué sería el asesino… pero sus secuaces seguro que no… uno estaba a mi nivel…
De hecho, había recibido bastante daño en aquel combate, pero tampoco aportaba demasiado a la reunión. Además, no podía dejar de dar vueltas a una idea. Kardas, Kardas… ¿A quién conocía de aquel lugar? De forma distraída, golpeteaba con el dedo la superficie de la mesa.

por **Taneki Akodo** Miér Nov 06, 2019 9:58 am

El comentario de Adyara fue breve, pero cayó como un jarro de agua fría sobre los presentes. Taogami era el Imperio elegido por los arcángeles para llevar la luz divina de los dioses a todos los humanos del mundo, era la katana que frenaba el avance de los demonios y nadie osaba, ni tan siquiera, pensar en que los elegidos de los arcángeles pudieran haberse... Perdido.

- Insinuar que un alto funcionario del emperador de Taogami puede estar corrompido se considera alta traición...- por supuesto, Taneki sería laxo debido a que consideraba que los extranjeros no tenían que conocer las normas de su país- Y por eso mismo debemos ser cautelosos a la hora de investigar este asunto.

Dicho esto guardó silencio porque entendía que cualquiera de los presentes aún estaba a tiempo de retirarse, ponían en riesgo sus vidas no sólo porque pudiera haber demonios implicados sino porque, si eran descubiertos, los agentes del emperador irían contra ellos. Si no tenían pruebas, serían condenados y ajusticiados con total deshonor.

-La embajadora era un ángel, un miembro de una de las familias más importantes del imperio, pero no destacaba por su habilidad marcial- tras una breve pausa añadió- y tampoco tuvo la menor posibilidad. Murió tras sufrir el impacto certero de una flecha que, para eliminar pruebas, estalló. El terrorista detenido era Hanzo Kakuma, sus habilidades eran las de un inmortal y portaba con orgullo una máscara oni... Pero tras demostrar su inocencia apuntó a los instigadores del atentado y fue agasajado con grandes honores de Estado.

Taneki debía ser cuidadoso porque no podía decir nada claro, suponer que un demonio había sido honrado por los altos funcionarios del Imperio era considerado alta traición y cualquiera que pudiera suponer eso sería duramente castigado. Lo mismo ocurriría con cualquier otra posible presunción acerca de lo que, en el fondo,podría haber ocurrido realmente en este extraño proceso.

-Hanzo Kakuma es inocente, pero necesitamos encontrar al terrorista y, más importante, al que diseñó todo este plan - no pedía, por tanto, nada que en principio no pudiera ser condenado porque las autoridades seguían buscando al causante del atentado y al que lo solicitó. Por el momento, los agentes tenían a los intermediarios, pero Taneki quería aprovechar este proceso de investigación para saber lo que realmente estaba ocurriendo.

Si averiguaban la verdad, entonces podrían acabar con Hanzo Kakuma y sus secuaces.

por **Adyara** Miér Nov 06, 2019 8:37 pm

Ciertamente la pregunta de Anastasia había sido bastante acertada, ella tampoco conocía ese detalle, así que espero la respuesta junto a la de sus propias preguntas y sospechas. Escuchó a Akodo hablar y no pudo evitar suspirar con pesadez, sin embargo no dijo nada y dejó al Ángel Imperial seguir hablando, sinceramente sorprendida por aquellas palabras. Engulló con gula otra de las gambas que había en la mesa, parecía que todos se habían olvidado de la comida salvo ella, cosa que no le importó, el marisco de Taogami era de los mejores y si no querían comer y sobraba mas para ella, pues mejor. Taneki terminó de hablar justo cuando ella terminó de menguar el contenido del plato de marisco. -¿Alta traición cuestionar la integridad de alguien? Desde luego el Imperio no ha cambiado nada en todos estos años. - Su voz adoptó un tono de cierta decepción. - Sabes cual es el origen de los demonios, ¿verdad? - Cuestionó con seriedad.
La historia de los Ángeles, pasada de generación en generación, una de las pocas cosas que había aprendido de sus padres antes de su encierro.

Sin dar tiempo a respuesta continuó. -Ángeles, Demonios y Nephilims, todos procedemos de un mismo origen, y si cuatro de los grandes Arcángeles se corrompieron... ¿Por qué no se podrían dar mas casos? - Cuestionó aunque no esperaba una respuesta. Se lo había dicho nada mas llegar: Nunca seguiría órdenes ciegamente, lo consideraba de tontos, y la sensación que le había dado él era justamente esa, seguir al Imperio sin cuestionarlo y acatar todas sus leyes al pie de la letra. Daba igual que fuese el lugar que los Ángeles hubiesen elegido para asentarse, estaban en guerra, lo habían estado desde siempre, y siempre habría disturbios e intentos de ambos bandos por destruirse el uno al otro y había todo un abanico de distintas maneras para hacerlo, al fin y al cabo, las tácticas de guerra nunca cambiaban del todo. -Precisamente porque quieres proteger algo es por lo que lo cuestionas, para comprobar que sigue siendo lo correcto. - Habló mientras su vista paseaba por todos los allí presentes, su tono al decir esta frase transmitió un extraño peso a sus palabras, el peso de los años y la experiencia de su larga vida como espectadora.

Cogió aire y se tranquilizó un poco. - No he venido aquí a filosofar sobre ideologías varias, así que volveré al tema principal... ¿Tras demostrar su inocencia apuntó a los instigadores del atentado? ¿Con apuntó te refieres a que dio indicaciones sobre ellos? Es decir... ¿Los conocía? ¿Conocía sus planes y los dejó hacer? Sea como sea, me deja totalmente perpleja que se pueda acusar a alguien de alta traición por unas palabras y sin embargo, un detenido por un Ángel Imperial testigo de un crimen pueda salir indemne. Quitando ese detalle, ese tal Hanzo no es un Ángel, ninguno de nosotros dejaría morir a un hermano o hermana, y si lo es, no merece ser considerado como uno. - Pero claro, todo ello eran hipótesis basadas en lo que le acababan de contar, ni había estado en la escena, ni había presenciado el juicio, solo podía hacer supuestos que tendrían que comprobar.

por **Anastasia** Vie Nov 08, 2019 12:35 am

"Te aconsejo por tu bien que no veas las cosas como blancas o negras, tu raza acostumbra a hacerlo más a menudo de lo que debería." Anastasia recordó las palabras de Ekrion retumbando en la catedral de Tera. Taneki y aquellos ángeles imperiales eran el ejemplo perfecto de "blanco o negro". La muchacha permaneció en silencio escuchandolo con una mirada de desaprobación ante, a su parecer, cuadriculares definiciones de traición. En Adyara encontró una versión madura y sabia de sí misma, un ángel de principios que no sigue una lista de normas sino adapta su parecer a las circunstancias. Se sintió algo aliviada ya que su opinión iba a ser respaldada en la sala.

- No me parece para nada descartable ni descabellado que un ángel pueda sucumbir ante la oscuridad. Los ángeles renacidos nacemos celestiales por la pureza de nuestras almas humanas y los ángeles por nacimiento lo son por sus padres, pero no venimos con un certificado ni una garantía angelical. Como bien dice Adyara, si los Arcángeles cayeron cualquiera puede - comentó algo molesta. Quizá iba a parecer impertinente puesto que sus tres acompañantes eran infinitamente más experimentados que ella, pero Anastasia no sentía ninguna fuerza superior que la obligara a hacer el bien. Descartar una posible corrupción le parecía incluso más peligroso que considerarla. - Puede que debamos empezar investigando qué factores cambian con la muerte de la Embajadora. En qué estaba involucrada ella y su familia, qué acciones políticas quería llevar a cabo. Si sabemos quién se beneficia con su muerte podremos estrechar el abanico. Quizá mandatarios de otros países hayan ordenado el asesinato, puede incluso que los culpables que señaló Hanzo eran cabezas de turco preparados para ser incriminados de forma premeditada y que también guardan relación con los culpables. ¿Eran del Imperio?

Decir alguna tontería o hablar demasiado se había convertido en una nimiedad para Anastasia. Los nervios se habían disipado y tan solo le quedaba la rabia por aquel sistema de lealtades ciegas y honores vacíos. Si el sistema tenía cualquier atisbo de corrupción descubrirlo y ponerlo en evidencia se acababa de convertir en una prioridad.

por **Chunyu Zhu** Vie Nov 08, 2019 8:12 pm

No pudo evitar revolverse incómodo en su silla ante la situación que planteaba Taneki y las respuestas de sus amigas. “Insinuar que un alto funcionario del emperador de Taogami puede estar corrompido se considera alta traición. Y por eso mismo debemos ser cautelosos a la hora de investigar este asunto.” Esas palabras, viniendo de alguien tan recto y disciplinado como el espadachín… Aunque claro, eso no podrían saberlo ellas y, tal vez por eso, habían saltado sobre aquellas ideas de corrupción espiritual.
- No es cuestión de caer en la oscuridad o no.. Más bien, cómo decirlo, en Taogami… la integridad y el rango van más ligados que en otros lugares…- miró de reojo a Akodo para después mirar a las chicas mordiéndose el labio inferior – Y dudar abiertamente de la decisión del gobierno es dudar del Imperio…
Intentaba apoyar la idea del otro imperial y hacerles entender que el propio Taneki, y él por extensión ya que no pensaba dejarle tirado, se estaba arriesgando ya que había mucho mensaje entre líneas que tal vez ellas no comprendían completamente. Sin embargo, parecía que, a pesar de esas insinuaciones, sus compañeras seguían dispuestas a ahondar en aquello. Las palabras de Adyara no hacían más que inquietar aún más al joven ángel, parecía estar abriendo todas las puertas a la duda sobre el proceso. Por fortuna, pudo aferrarse a las palabras de Anastasia.
– De los Arrabales de Sairon, eso sí lo sé. No sé si en origen, pero sí que estaban allí asentados… De hecho, a raíz de eso, tuvimos la misión de control de los suburbios y captura de delincuentes, pero… – miró interrogativamente a Taneki – ¿Llegó la embajadora a tratar algún tema importante? Quizás podríamos ir a Kardas y averiguar…
Esa idea propuesta por Anastasia sonaba bien, que alguien de aquel país tuviera interés en evitar o alejar a Taogami, o incluso dar inestabilidad al país. Quizás fuera solo eso, que aquel ataque hubiera supuesto un pequeño caos y por eso todo parecía tan turbio en casa… ¡La mujer! ¡Eso era! La mujer del volcán, era de Kardas y le había ofrecido trabajo allí.

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