Un día cualquiera en el dojo.

por **Anger** Mar Sep 24, 2019 12:48 am

Sen Zei era un país tranquilo, pero como toda región tranquila y prospera tiene su zona peligrosa. Los arrabales de Zairon era el suburbio más peligroso de toda Sen Zei. En aquel lugar las mafias reinaban y regían la ley mediante un código de honor pactado entre ellos. En aquella zona había un dojo que pertenecía a Hanzo Kakuma un distinguido asesino que entrenaba a sus discípulos en el noble arte del ninjutsu. Anger vivía allí aprendiendo de su maestro.

El joven demonio entro en una de las salas de entrenamiento de las que disponía el dojo. Se despojo de su calzado quedándose en calcetines sobre el tatami. Hanzo reñía muchas veces a Anger por no hacer una reverencia al terreno de enseñanza como era debido, pero a causa de que su maestro no estaba entro sin más y se sentó en medio de la habitación.

La habitación era una replica exacta a un antiguo salón de un palacio feudal. Las puertas correderas daban a un cristal especial que aislaba el ruido de afuera y transmitía sonido e imágenes de un río que salia de un bosque de bambú y cerezo. El rió acunaba muchas de las hojas de los arboles del cerezo y emitía un sonido muy tranquilizador. Las paredes de la habitación se podían abrir dejando ver un complejo sistema para acondicionar la sala, cambiar el paisaje o abrir un arsenal de armas de practicas perfecto para practicar.

El joven soltó un pequeño suspiro, mientras miraba la puerta esperando que de un momento a otro se abriera y apareciera su pequeña amiga Scarlet para poder seguir entrenando. Tal y como le había prometido días atrás.

- Llega tarde, como siempre...

Dijo echándose sobre el suelo y cerrando los ojos en busca de calmar su impaciencia gracias a los sonidos del río y de la suave brisa que podía oír del espejo.

por **Scarlet** Mar Sep 24, 2019 12:33 pm

Scarlet se encontraba en las calles de los suburbio de los arrabales de Zairon en el país de Sen Zei. Le habían comentado que no eran unos de los lugares mas seguros del país.

Scarlet se dirigía al dojo que le había comentado Anger, pero por el camino veía cosas que no le agradaban demasiado como los robos en su alrededor y mas cosas sin mención. Ella sabia lo que era robar por necesidad pero lo que veía no era por esa acción, cada ves que caminada y veía su alrededor se empezaba a cabrear.

~ Tu solo camina un poco mas, un poco mas, ya casi, ya casi ~ pensando a sus adentros para no armas revuelo en la calle.

Al final casi cerca del dojo vio como a una mujer la tiraban al suelo por robarle el bolso. Ya no pudo mas, la ira pudo consigo y sonó un ruido atronador en toda la calle del golpe que le asesto al hombre contra la pared.

- ¡Acabare contigo!...- Gritandole a la cara.

por **Anger** Mar Sep 24, 2019 9:07 pm

Anger espero un tiempo y cada vez más sentía la necesidad de salir a buscar a la joven. Recuerdos del pasado atormentaba la mente del demonio recordando que aquella muchacha siempre les metía un buen lió, por alguna razón ella era un imán para los problemas.

Sin poder evitarlo se levanto y camino hacia la puerta para calzarse, para poder ir a buscar a Scarlet. Cuando abrió la puerta el ruido del exterior rompió la calma de la habitación en un segundo. Los sonidos de coches pitando, construcciones cercanas y gente gritando era el típico sonido de la zona, pero había un grito de mujer en particular que sonaba cerca de donde se encontraba el chico de pelo albino.

Anger empezó a correr hacia el grito atravesando el patio y el edificio abandonado, para llegar a la calle. Rezo que aquella mujer que gritaba "¡que iba a matar a alguien!" No fuera la maldita mocosa de Scarlet metiéndose en un lió. Rezo en vano, ya que cuando llego al sitio pudo ver un grupo de gente reunido haciendo un corro para ver a la demonia arrinconar a un pobre ladrón. - Maldita mocosa... Pensó mientras una vena de la frente se le hinchaba. Se abrió paso entre la multitud rápidamente para ponerse en la espalda de la joven de pelo blanquecino.

Sin decir nada agarro su hombro derecho con su mano izquierda y con un tirón aparto a la joven agresora de la trayectoria de su puño derecho que iba directo al rostro del ladrón. Cuando el golpe impacto rompió la nariz del muchacho y ademas de dejarlo inconsciente en el suelo. Velozmente se puso de cuclillas y agarró de los muslos a su amiga, para poder cargar en su hombro izquierdo. Y de la misma forma que vino al lugar se fue sin medir palabra con nadie.

Corrió hacia el edificio abandonado, para ocultarse de todo el mundo. Una vez ocultos de la vista de la gente de la ciudad pudo regalarse y sentarse en suelo a tomar un poco de aire. Aún estaba cargando a Scarlet, pero el tamaño y el peso de la chica no era problema para él poder descansar.

-Scarlet... ¿Que te dije de ser un demonio y que no llamaras la atención y todo ese coñazo que te doy siempre que llegamos a un lugar nuevo?

Dijo entre unos leves jadeos y con un tono algo frustrado.

por **Taneki Akodo** Mar Sep 24, 2019 9:34 pm

Spoiler:

Kaiyo Ishiba era una prometedora embajadora de Taogami en el Reino de Kardas. Tenía toda su vida por delante y acababa de incorporarse al servicio diplomático del imperio. Su viaje a Seraphia había sido, de hecho, su primer gran trabajo de relevancia y en sus manos estaba lograr un acuerdo político, y comercial, beneficioso para el imperio.

Su asesinato fue una acción vil y despreciable, que despertó toda la maquinaria de un león dormido durante demasiado tiempo. El terrorista fue capturado y, en un interrogatorio, apuntó a que los contactos que lo habían puesto en relación con el anónimo instigador de la conjura estaban en los arrabales de Sairon.

Por supuesto, aquella información no era del todo correcta, aunque ello podría verse con claridad en el futuro juicio que tendría lugar en Sen Zei. Los nombres señalados eran: Kaito, el Lobo, el Espíritu del Río y la Doncella. Todos ellos fueron capturados pero, lamentablemente, Kaito falleció poco después.

Aún con todo, su captura no fue una acción sutil, sino todo lo contrario. Para imponer el orden, las fuerzas de Taogami desplegaron un gigantesco contingente de tropas, por tierra y aire, en los arrabales para limpiar la ciudad de bandas criminales y de toda clase de corrupción: era una represalia en toda regla.

Semanas después habría juicios sumarios a una ingente cantidad de mafiosos capturados en aquel día, los arrabales habrían sido pacificados pero, en el fondo, se había abierto la puerta a nuevos grupos y organizaciones criminales. Al menos, por supuesto, si los ángeles no lo impedían...

Un selecto grupo de ángeles entrenados para el combate tenían, en todo aquel caos, una misión muy concreta: capturar a los secuaces de Hanzo Kakuma. Era una misión de máxima prioridad para el Estado, porque sus hombres podrían tomar represalias ante la captura de su líder y, por otro lado, la información que este había otorgado a los funcionarios del emperador no era suficiente para llegar hasta el instigador de aquel asesinato ruin.

Nadie lamentaría muertes.

El honor del Imperio de Taogami estaba en juego.

por **Scarlet** Miér Sep 25, 2019 11:21 am

Scarlet se encontraba a punto de darle una muerte cruel al ladrón por la ira que le invadía, pero de pronto noto que le agarraban fuertemente el hombre derecho tirándola hacia atrás y a su ves veía un largo brazo musculado a su lado en dirección al ladrón que lo golpeaba, viendo como le rompía la nariz y le dejaba inconsciente.

Scarlet por todo el instante que a pasado, se le acabo la ira que llevaba, dejándola confusa en el momento, cuando de pronto nota una sombra bajo ella que la levanta en peso y echa a correr, notando su aroma, viendo los pocos ropajes que podía, supuso en un instante quien era.

~¿Anger?~ pensando y a la ves lamentándose en un instante ~lo lamento tanto, siempre te causo problemas~

Scarlet noto que se sentaba Anger, ella se incorporo bajandose de él, viendo a su alrededor que se encontraban en lo que parecía un edificio abandonado, miro a Anger viéndole la cara de enfado mientras le regañaba cansado. Al verlo cara a cara Scarlet no pudo evitar que sus ojos se tornaran color rojizo por lo feliz que le hacia verlo pero a su ves mostrando una cara triste por lo que había causado a Anger, recordando todas las veces que siempre le a causado problemas. Scarlet baja la mirada y se sienta frente a Anger, lo mira y suelta una lagrima.

- Anger... - manteniendo una pequeña pausa - Lo siento - con un tono triste.

por **Chunyu Zhu** Jue Sep 26, 2019 10:03 pm

Las órdenes del Imperio habían sido claras. Tras el ataque a la embajadora, la encarnación de Taogami a efectos prácticos durante su viaje, los engranajes se habían puesto en marcha y pronto el país tuvo la información y un objetivo, ambos necesarios para hacer saber al mundo que el Imperio Taogami era fuerza para tener en cuenta. Para ello, de entre las operaciones previstas, se encontraba la captura de los secuaces del autor material del ataque a Ishiba.

Mientras el grueso del ejército se encargaba de perimetrar los suburbios de Sairon y responder a sus misiones asignadas, el equipo en el que se encontraba Zhu había recibido esa tarea concreta. No parecía una tarea fácil, se había hecho especial énfasis en el control de la fuerza aplicada, y casi seguramente que los seguidores de Hanzo Kakuma no tendrían la consideración de tenerlo en cuenta. Pero ello no hacía más que animar al joven de cabellos castaños ante su misión. Haber sido elegido para esa misión era un auténtico honor. No solo significaba que le reconocían como servidor del Imperio, sino que se le presuponía la capacidad necesaria para cumplir con los objetivos marcados.

El equipo del que Chunyu formaba parte se encontraba en la azotea de un edificio cercano a la supuesta ubicación del dojo a la espera de que los miembros especializados en reconocimiento regresaran. Los toldos y señales ondeantes de la calle dificultaban que alguien pudiera captarles en lo alto, pero ellos podían controlar la situación con relativa facilidad. De ahí que el pequeño tumulto que se había formado no les pasara inadvertido, aunque no llamara especialmente su atención ya que era algo bastante frecuente en aquellas zonas. Sin embargo, pronto se resolvió la situación y el grupo se disolvió.

El joven resopló algo impaciente esperando a tener la confirmación de la zona de asalto y los objetivos pasando la vista distraídamente sobre sus compañeros mientras tanteaba la empuñadura de su arma y la acomodaba. Al tratarse de un enfrentamiento en una zona urbana, más bien estrecha, había optado por dejar de lado su naginata característica y usar su Dadao, una espada tipo sable de hoja ancha como arma principal. A pesar de que había sido instruido en su uso y había logrado un buen grado de dominio, no era lo mismo.

Off:

por **Zeon Klaus** Vie Sep 27, 2019 11:35 am

Me encontraba en mi propia misión de exploración en el Imperio Taogami cuando mi teléfono empezó a sonar. Estaba relajado y echado en aquella espectacular pradera en la que me encontraba cuando lleve mi mano al bolsillo para sacar mi teléfono y atender la llamada.

- Esta bien. Me pondre en camino -Le conteste a mi superior después de que ma acabase de encomendar una interesante misión - Y gracias por confiar en mi para esto.

Mi misión era la de unirme a otros hermanos para protagonizar una redada en Sen Zei. Era un caso de especial importancia y que hayan confiado en mi para capturar a esos hombres, es una prueba más de lo mucho que han visto siempre en mi y no pienso defraudarlos.

Apenas unas horas más tarde, ya me encontraba en los tejados de los Arrabales de Sairon buscando llegar a los alrededores del dojo sigilosamente. Mi forma de vestir no es que llamase mucho la atención. Una chaqueta roja y unos pantalones como estos no me delataban como ángel blanco, y aún no había hecho nada por lo que mi nombre hubiera empezado a difundirse entre el enemigo.

No tarde en ver la figura de alguien que hacia tiempo que no veía. Era Chunyu, un hermano con el que hice buenas migas en el pasado. Parecía que iba acompañado de más ángeles.

- Cuanto tiempo hermano -Le dije en voz baja tras acercarme con cuidado - Me alegro de verte.

por **Hanzo Kakuma** Vie Sep 27, 2019 11:52 am

OFFROL - Hola chicos!

Ya tenemos 2 ángeles y 2 demonios en este tema, así que para evitar aglomeraciones innecesarias vamos a poner aquí el límite de participantes.

Otra de las razones es porque uno de los participantes es nuevo en el rol y para que tenga la oportunidad de adaptarse sin presiones adicionales.

¡Un saludo!

PD: para dudas, enviar un privado.

por **Anger** Vie Sep 27, 2019 5:36 pm

Anger vio como su amiga se bajaba de su hombre para sentarse delante de él y pedir perdón con lagrimas que salían de sus ojos carmesís.

- No pasa nada y sabes que me pone nervioso verte con los ojos rojos, así que tranquila.

Dijo, mientras se ponía en pie y se acercaba a una de las ventanas para poder ver el exterior. No parecía que nadie había fijado en ellos a primera vista. La mirada del demonio se poso sobre una azotea que le empezó a llamar la atención, ya que parecían unas personas investigando la zona posiblemente por el revuelo que hubo o por algo aun mayor.

- Scarlet de pie.

Dijo serio alegándose de la ventana con cuidado para que no le vieran aquellas personas de la azotea.

- La clase de hoy me da que va a ir enserio. Nos han descubierto o algo... peor.

Anger se dispuso a caminar hacia el dojo que se encontraba en el patio del edificio abandonado. Por el camino empezó a tocar botones en las paredes que estaban ocultos detrás de hologramas que daban la sensación de ser un trozo más de pared.

- Hanzo me dijo que usara estas cosas en caso de emergencia. Vamos, Scarlet hay que prepararse.

El chico de pelo albino, no estaba seguro de si esos hombres irían a por él y la chica o simplemente pasarían de largo. Una cosa si era segura no quería arriesgarse a equivocarse y no activar las trampas.

Trampas se basan en un haz de luz en cada entrada del edificio que al ser cortado por un individuo. Activarían la primera defensa que consiste en sellar todas las entradas del edificio con planchas de hierro. Evitando que entren más gente o que de que los que están dentro puedan salir. La segunda parte de las trampas instaladas, son unas gatling fijas en los techos que disparan a todo movimiento que detectan sus sensores. La tercera se activa manualmente que son unos explosivos que harán volar por los aires todo el edificio sin dejar a nadie con vida en las instalaciones.

Al llegar el dojo Anger se puso sus guantes de combate y se preparo para todo lo que pudiera pasar... Sea bueno o malo.

por **Hanzo Kakuma** Vie Sep 27, 2019 10:33 pm

OFFROL: Zeon, recuerda actualizar tus fichas y repartir los 2 puntos de Atributo adicionales. Luego pide validación.

por **Scarlet** Sáb Sep 28, 2019 12:32 am

Scarlet se sitio mejor cuando Anger se lo tomo tranquilo, a demás ella le gusto mucho que le pusiera nervioso sus ojos. Su reacción a su comentario fue inclinar la cabeza hacia la izquierda, sacar un poquito la lengua y un pequeño guiño en el ojo derecho mientras veía que el se ponía de pie y se acercaba a una de las ventanas comentandole:

- Pero si te encanta.

Scarlet se puso en pie en un instante cuando Anger le indico que se levantara seriamente, mientras él se alejaba con cuidado de la ventana añadiendo que los habían descubierto, quedándose Scarlet un poco impactada del repentino tono de él y pensando que podría ser culpa suya.

Ella lo empezó a seguir sin saber exactamente lo que hacia o donde tenia pensado dirigirse, parándose de poco en poco, viendo como Anger tocaba varios botones, pasando paredes que eran hologramas activando lo que parecía entender ella como trampas para lo que se avecinaba. A medio camino Anger confirmo lo que ella pensaba de las trampas a parte de tener que preparase, viendo que su dirección era el dojo.

Al llegara su destino vio como Anger se ponía los guantes que usa para combatir y prepararse para lo que se avecinara, mientra ella sacaba de sus cartucheras a True and Lust, sus dos pistolas, preparándose para el combate.

- Preparada.

por **Chunyu Zhu** Sáb Sep 28, 2019 10:18 am

A punto de saludarle con efusividad y, seguramente, delatar su posición, Zhu logró contenerse y tan solo esbozar una sonrisa ante la llegada de Klaus, uno de los pocos ángeles de fuera del Imperio que conocía y le invitó con un gesto a mirar hacia la zona donde se había disuelto la aglomeración y los edificios en aquella zona.

Entonces, antes de que hubiera tiempo para más, uno de los ángeles enviados a modo de avanzadilla, se puso en contacto con ellos. Desde su posición sobre otra de las azoteas les comunicó que habían confirmado el lugar. Uno de los edificios abandonados, con varias alturas, había mostrado algunas incoherencias en su escaneo que parecían indicar la ubicación de un elemento central, donde habría estado un patio interior, anómalo. Sin ser capaces de investigarlo desde el exterior, la única opción posible era acceder al interior. Incluso si no se tratase de la base de Hanzo, de igual manera resultaba suficientemente sospechoso como para merecer la atención del equipo. De hecho, tras el tumulto de la calle, dos figuras de blancos cabellos se habían dirigido al interior y desaparecido de sus líneas de visión y escaneo, de lo que se deducía que estaban en el interior de dicha estructura central y, al menos entonces, deberían ser capaces de explicar qué era ese lugar.

Los ángeles avanzaron, deslizándose como sombras entre los edificios, saltando de uno a otro y, ocasionalmente, utilizando las alas para cubrir saltos más largos o frenar caídas, hasta llegar a la cornisa de la altura bajo la que el dojo se encontraba del edificio que albergaba a Anger y Scarlet, por su parte trasera y más oculta de la vista por los demás edificios. Una vez allí, Izz, uno de los ángeles de reconocimiento, usó una de las herramientas tecnomágicas para abrir un círculo en un cristal y abrir, desde él la ventana. Con ella abierta, liberó las golondrinas, unos mecanismos con esa forma basadas en la misma tecnología que los barcos voladores para que rastrearan la zona.

En aquel momento, la situación detonó. Las entradas comenzaron a sellarse, logrando Zhu a base de pura fuerza mantener suficientemente abierta la plancha que amenazaba con cerrar la ventana para que el resto de su equipo penetrara rápidamente. Simultáneamente, las golondrinas habían activado algunas de las armas de disparo, revelándolas, pero no por ello haciéndolas menos letales. El moreno, una vez soltada la plancha, buscó refugio, como el resto de su equipo tras las columnas y restos de mobiliario ya maltrecho. Confiaban en que los sistemas de vigilancia captaran a las golondrinas y les achacaran la activación del sistema de seguridad.

- Zeon, ¿las trampas hacia el centro?

A pesar de que su voz apenas era audible, sus gestos complementaban y ampliaban el significado. Sabían que Klaus era un buen tirador y podría desarmar aquellas que le limitaban en su ruta hacia el centro del edificio. El resto de la unidad asintió y terminaron de elaborar su estrategia. Zhu intentaría hacerles salir, Zeon se dirigiría hacia el interior de la estructura, con su experiencia de exploración debería serle más sencillo encontrar la entrada a dicho espacio central que era el dojo, e Izz ascendería para asegurar el resto del edificio. El resto de ángeles del equipo se unirían a dichos frentes en función de sus habilidades.

Si Klaus cumplía con sus flechas y abría camino entre los disparos, Zhu se lanzaría hacia el centro de la planta, sobre la ubicación de aquel espacio y golpeó el suelo con fuerza. El primer pisotón agrietó el recubrimiento del suelo, el segundo lo levantó y el tercero comenzó a ahondar. “Llamando a la puerta” mientras los demás ángeles cumplían con sus partes con más sigilo, Zhu se llevó la mano al Dadao y lo desenvainó.

OFF:

por **Anger** Jue Oct 03, 2019 2:10 pm

De repente una alarma sonó en el dojo, dando a entender sin equivocación alguna que alguien había entrado en el edificio. A lo lejos se podían oír como las trampas atacaban a los intrusos, pero los disparos de las torretas se sofocaron rápidamente dejando un silencio en el ambiente que solo era roto de vez en cuando por algún paso más brusco de lo normal.

Anger suspiro y se acerco al arsenal para sacar su fiel arco, que había dejado allí con anterioridad, ya que no pensaba que lo usaría en el entrenamiento contra Scarlet. Saco también cuatro flechas para tener un poco de munición.

Los ojos de Anger se tornaron levemente en un tono rojizo dando así a una mezcla de marrón y rojo. El pensamiento del demonio no era otra que matar y comerse a quien intentaba arruinar su nuevo escondite. Inesperadamente esos pensamientos no duraron mucho. Unos golpes en el techo del dojo daban a entender que el enemigo quería entrar. "- Habrá que ser un buen anfitrión y darle una buena bienvenida." Pensó el joven de pelo blanquecino.

Se alejo de donde provenían los golpes de perforación. Rápidamente cuando estuvo a un par de metros, hinco la rodilla izquierda en el suelo y clavo las flechas a su alrededor para tener más rápido acceso a ellas. Anger tenso su arco con la primera flecha esperando la primera entrada de cualquier persona o cosa que quisiera entrar, que seria inminente, ya que el techo se estaba desquebrajando a un ritmo alarmante.

El techo cedió dando paso a la entrada de un joven que portaba una espada oriental de hoja curva y ancha de unos noventa centímetros más o menos. El demonio disparo la primera flecha contra él. Detrás del primer individuó empezó a entrar un grupo de seis personas que aparentaban ser soldados de asalto. Anger no se lo pensó ni un segundo y como un rayo cogía una flecha y la tensaba en su arco disparando aquellos soldados que habían pasado de seis a tres en un momento.

El joven se puso de pie y dejo su arma de distanciá a un lado en el suelo, mientras su mirada se fijaba en el primer joven que entro a la sala. Que al parecer no estaba solo, ya que de ultimo entro otro joven en escena a través del agujero del techo. "- Estos tios vienen a por nosotros es mejor separarlos." Su pensamiento no estaba para nada equivocado y aprovechando su acierto planeo un plan simple.

-Scarlet, corre.

Dijo, aún mirando a su futuro enemigo, esperando que el compañero del ángel saliera corriendo por ella. Así Anger podía concentrarse en el chico de la espada oriental tranquilamente sin distracciones.

OFF:

por **Scarlet** Sáb Oct 05, 2019 2:18 pm

Mientras Scarlet y Anger estaban en el dojo, empezaron a escuchar las trampas una tras otra, alguna se notaba que se demoraban más que en otras pero aun así avanzaban a pasos alarmantes.

Ella vio como Anger se levanto para acercarse al arsenal sacando un arco de color azabache, flechas y cambiándole el color de sus ojos, mientras a ella se le normalizaban a un color amarillo verdoso por la tensión. Ella también se acerco al arsenal ya que tenia guardado más cargadores de sus pistolas también cogió algunas bombas de humo por si la situación se pudiera empeorar y huir.

Se escuchaban sonidos del techo del dojo, como si quisieran entrar desde arriba, a Scarlet le pareció un tópico Angeles bajando por demonios, no se puso aguantar una pequeña risa. Ella siguió a Anger donde se movió repentinamente, poniendo flechas a su alrededor, tensando su arco al techo, ella también empezó a apuntar al techo.

El techo al fin cedió dando paso a un joven que aparentaba tener unos viente años de edad, enorme a como era su estatura, atlético. Ella tontamente se puso a pensar cosas que no venían a cuento en esta batalla quedándose imaginativa pensando como torturar y divirtiéndose con los ángeles, cuando de repente se escucha el sonido de varias flechas abatiendo a tres ángeles detrás del joven quedando otros tres. Ella disparo después de ese pensamiento que la dejo anonadada, acabando con los otros tres ángeles.

Scarlet se puso algo nerviosa por sus pensamientos e impulsos mirando al ángel enorme que se encontraba frente a ellos, dando paso a otro joven que ni le había prestado atención. Miro a Anger que se puso en pie, soltando su arco en el suelo, enfrentando miradas con aquel ángel enorme, mientras gritaba que se fuera Scarlet. Ella no pudo hacer otra cosa que hacerle caso a Anger corriendo hacia la puerta pasando al edificio abandonado, mirando de reojo por si la siguieran estar atenta de si la pudieran sorprender.

por **Chunyu Zhu** Sáb Oct 05, 2019 5:35 pm

Su plan original se había basado en la idea de que los enemigos subirían a por ellos, pero por desgracia el edificio no estuvo en suficientemente buenas condiciones y cedió ante la fuerza del ángel oriental. Por ello, aquella caída le pilló por sorpresa. Entre el polvo y los cascotes, cuando sus pies rozaron el suelo, flexionó las piernas para amortiguar y giró con una voltereta para terminar de nuevo en pie.
“Por los pelos. Pero creo que me he dado en el hombro.”
Sentía una punzada en el hombro izquierdo, donde pudo observar un corte alargado pero superficial. Al principio lo achacó a algún fragmento afilado durante la caída, pero tres silbidos posteriores y sus efectos fueron aclaración suficiente: les había recibido un arquero. Tres ángeles habían sido incapacitados en un momento por aquel hombre de cabellos blancos que, sorprendentemente, acababa de dejar su arco de lado. Sin embargo, eso debería hacer su trabajo más fácil.
- ¡Yo me encargo de este! ¡Zeta, tú el otro!
Zeon era más rápido, así que seguramente a él le resultaría más sencillo atrapar al más menudo, casi parecía un niño, pero que había disparado a otros tres ángeles. Además, a juzgar por la complexión atlética del arquero, el oriental tenía más posibilidades si aquello se tornaba en un combate físico. Esperaba que Zeon saliera tras Scarlet y los ángeles heridos trataran de buscar un lugar seguro para evitar más sorpresas.

El muchacho en kimono se acercó empuñando su dadao a dos manos, con la punta apuntando hacia el pecho de su rival mientras avanzaba hasta detenerse a algo menos de dos metros de él.
- Ríndete en nombre del Imperio de Taogami. De lo contrario, nos veremos obligados a rendirle por la fuerza. Y, créeme, ninguno queremos eso.
Una ligera sonrisa de confianza levantó levemente la comisura de los labios de Zhu. No se sentía amilanado por el aspecto de su oponente, aunque reconocía que podría dar algún que otro problema. Dudaba que los secuaces de Hanzo hubieran recibido el memorándum sobre no usar fuerza letal. Al menos la herida del hombro pasaba bastante desapercibida. El kimono inferior blanco se había adherido y manchado de rojo sobre la herida y ello hacía que el corte en el kimono rojo exterior apenas se percibiera.

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